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¿Hasta qué punto estamos preparados para desviar un asteroide que se dirige hacia la Tierra? A esta pregunta responden dos estudios recién publicados en Nature Communications

Desviar asteroides: múltiples impactos pequeños mejor que uno grande

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Desviar. Nuevos estudios sobre la primera demostración práctica de defensa planetaria mediante el desvío de un asteroide apuesta por el uso de múltiples impactadores pequeños en lugar de uno solo de gran tamaño. (ASI/NASA/ASI/NASA)

Nuevos estudios sobre la primera demostración práctica de defensa planetaria mediante el desvío de un asteroide apuesta por el uso de múltiples impactadores pequeños en lugar de uno solo de gran tamaño.

¿Hasta qué punto estamos preparados para desviar un asteroide que se dirige hacia la Tierra? A esta pregunta responden dos estudios recién publicados en Nature Communications, fruto de una colaboración entre el Politécnico de Milán, el Instituto Tecnológico de Georgia y otras instituciones internacionales. La investigación analiza los resultados históricos de la misión DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA, que impactó el asteroide Dimorphos el 26 de septiembre de 2022, marcando la primera demostración práctica de defensa planetaria.

El impacto, observado a través de telescopios terrestres y espaciales como el Hubble, produjo una enorme cantidad de eyecciones (fragmentos expulsados de la superficie) que revelaron información crucial para mejorar la eficacia de futuras misiones de desvío de asteroides.

El primer estudio fue realizado por un equipo de investigadores del Departamento de Ciencia y Tecnología Aeroespacial del Politécnico de Milán, dirigido por el profesor Fabio Ferrari e incluido Paolo Panicucci y Carmine Giordano, en colaboración con el Instituto Tecnológico de Georgia. El segundo estudio, coordinado por el profesor Masatoshi Hirabayashi de Georgia Tech, incluyó contribuciones del propio Ferrari.

“Utilizamos las imágenes y simulaciones numéricas del telescopio espacial Hubble para cuantificar un mecanismo viable de la evolución de las partículas eyectadas y estimamos con éxito la masa, la velocidad y el tamaño de las partículas eyectadas“, explicó el profesor Ferrari.

“También encontramos interacciones complejas de dichas partículas con el sistema de asteroides y la presión de la radiación solar, es decir, la luz solar empujando las partículas eyectadas. Comprender estos procesos es crucial para respaldar el diseño eficaz de futuras acciones con fines de defensa planetaria”.

La forma del asteroide puede marcar una diferencia significativa en su trayectoria de eyección, según el segundo estudio de Georgia Tech. El estudio del profesor Masatoshi Hirabayashi destaca un hallazgo sorprendente: identificó que la escala del impacto y la superficie redondeada del asteroide redujo el empuje del asteroide en un 56% en comparación con cuando se probó Dimorphos como una pared completamente plana. Por lo tanto, enviar un gran impactador no significa un gran empuje.

“Si el impacto es grande, más material eyectado sale de la superficie, pero se ve más afectado por las inclinaciones de la superficie. Este proceso hace que el material eyectado se desvíe de la dirección ideal, lo que reduce el empuje del asteroide“, explicó el profesor Hirabayashi.

“El envío de múltiples impactadores más pequeños no solo da como resultado un mayor empuje del asteroide, sino que también ahorra potencialmente costos operativos y aumenta la flexibilidad táctica para la desviación".

Ferrari está de acuerdo con este concepto, ya que su estudio analizó la evolución del material eyectado, lo que contribuyó a aclarar su papel en la desviación de asteroides: “Entender los procesos de impacto y sus consecuencias es crucial para comprender las propiedades de los asteroides, su evolución natural y destino y, en última instancia, para diseñar acciones de mitigación con fines de defensa planetaria”.

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