
El fuego es uno de los factores de perturbación ambiental y de modificación del paisaje en los ecosistemas terrestres más ampliamente extendido. Aunque los incendios pueden ser parte de la dinámica natural de los ecosistemas, a manos de los seres humanos se convierte en una herramienta de manejo, y puede llegar al extremo de convertirlo en un peligroso factor de deterioro ambiental y de destrucción de ecosistemas (Programa de Manejo del Fuego, 2020). La evidencia de su incremento la vemos en datos recientes que muestran que ahora se quema poco más del doble de la cobertura arbórea en comparación con lo que ocurría hace casi dos décadas (Figura 1).
Los incendios más familiares a la población son los de las masas arboladas en montes y serranías. Los reconocemos como incendios forestales (Figura 2). También, hay fuego en las áreas de cultivo, usualmente provocados como quemas agrícolas como una forma sencilla de limpiar las parcelas de rastrojos. Ambos cuentan con instrumentos normativos para su control como La Norma Oficial Mexicana NOM-015-SEMARNAT/SAGARPA-2007 que establece las especificaciones técnicas para el uso del fuego en terrenos forestales y agropecuarios con el fin de realizar quemas controladas adecuadamente. Hasta ahora, los incendios en las Áreas Verdes Urbanas han recibido menos atención. Revisando los registros históricos, la ocurrencia de incendios antropogénicos en las periferias urbanas tiene algunas notas. Particularmente para ciudades en regiones semiáridas como Guanajuato, Guanajuato.
Islas de calor
En el interior de las ciudades más bien ha interesado comprender el fenómeno de las islas de calor, definidas como la elevación de la temperatura la traza urbana, en contraste con el área rural inmediata circundante. Esto se ha demostrado al comparar datos climatológicos entre estaciones urbanas y rurales, que a través del análisis de series de tiempo asocian el crecimiento urbano con el clima de la ciudad. Ahora también se han detectado estas islas de calor mediane imágenes satelitales infrarrojas. Las islas de calor se forman cuando en las ciudades se reemplaza la vegetación (árboles, pastos, humedales) con pavimento y edificios. Las islas de calor resultan en incrementos de hasta 5°C dentro de las ciudades, lo cual evidentemente tienen un fuerte impacto en la vida de los habitantes por los efectos en su salud, confort y consumo de energía. La magnitud de esta afectación puede abarcar a más de la mitad de la población mundial.

¿Incendios forestales urbanos? Qué raro se escucha. Pero empezamos a notar que también están aumentando estos reportes. Parece que el fuego ha alcanzado las áreas verdes urbanas y claro ¿por qué no lo haría? El asunto preocupa mucho pues necesitamos de la vegetación urbana para reducir el agobio por el calor en las ciudades. La buscamos por su sombra y por la frescura que brota de la evapotranspiración de su follaje. La vegetación también ayuda humedecer el aire que respiramos. Esto se conoce como el efecto de enfriamiento urbano. Cuando se trata de grandes masas de vegetación, puede también ayudar a reducir la cantidad de agua de lluvia que podría escurrir sobre el terreno y causar inundaciones. La vegetación favorece la infiltración del agua de lluvia al subsuelo.
Xalapa y sus incendios
Una ahora afectada es Xalapa, tiene un clima templado húmedo, con un promedio de temperatura anual de 18°C y una precipitación pluvial media anual de 1,509 mm, las zonas de la ciudad donde ocurre un cambio de uso del suelo rápido, como pasar de bosque a suelo urbano, se ha experimentado un calentamiento del orden de 2ºC. Ciudad que sufre frecuentemente de incendios en su periferia, en sus alrededores se combaten hasta 10 incendios al día. Aunque comúnmente no se determina la causa, se intuye que suelen ser provocados. Ahora los incendios también han alcanzado las áreas verdes en el interior de la ciudad.
Hace unos días, se presentó un incendio en el área verde del Paseo de Los Lagos (3 de abril, 2025), cubierta por bambú (Figura 3). Rápidamente acudieron los cuerpos de emergencia para controlar la situación. De acuerdo con las notas periodísticas no fue posible determinar las causas que provocaron este siniestro, controlado por los Bomberos de Xalapa y el personal de Protección Civil Municipal. Otro incendio de mayor magnitud afectó 11 hectáreas en la zona conocida como Rebombeo de las Ánimas, principalmente cubierta por pastizales, donde incluso los vecinos apoyaron e hicieron brigadas para controlar y apagar el fuego.

El martes 3 de abril, 2025, el área verde de la colonia Buenavista, sufrió un incendio. Los habitantes de la colonia lamentaron la afectación resultante al ecosistema de Xalapa y sus consecuencias para el bienestar de los habitantes. En esta área verde hay incertidumbre porque en realidad no se sabe quién la tiene bajo su cargo y la indefinición la hace propensa al descuido. Otros incendios fueron en el Pedregal de Las Ánimas en Xalapa (4 de abril de 2025), cerca de una escuela. En el pastizal de la Colonia Revolución y Casa Blanca, en la Av. 20 de Noviembre.
Sí las temperaturas continúan aumentando bajo el impulso del cambio climático global que la humanidad ha provocado, las ciudades no sólo tendrán islas de calor, serán verdaderas trampas de sofocación, afectando la salud, la habitabilidad y la calidad de vida de los habitantes. La situación parece agravarse año con año conforme la temporada de calor cada vez, es más. Altas temperaturas y falta de lluvia producen condiciones propicias para los incendios, peor aún si la escasez de agua dificulta sofocarlos. Así, los habitantes de las ciudades son cada día más vulnerables a la degradación ambiental que nosotros mismos hemos provocado.
Eliminar la vegetación, principalmente árboles, es el modelo de crecimiento de las ciudades en México con el consecuente aumento de las temperaturas. Los patrones espaciotemporales sugieren que la expansión urbana ha generado una distribución desigual de los servicios ecosistémicos para la regulación de la temperatura. Se nota que los grupos económicamente más vulnerables suelen tener también una mayor exposición a los efectos del calor urbano y sus consecuencias sobre la salud. Aunque se sabe que la vegetación es el camino más deseable para favorecer el confort en las ciudades no parece que la ciudadanía está plenamente convencida de esto todavía. A muchos les molesta lo que consideran basura que tiran los árboles, o el estorbo que estiman provoca cuando se interponen en su camino o intereses. Desde luego, la complejidad de los problemas que se presentan en las ciudades es mucha y acomodar a los árboles y a la vegetación urbana en este contexto se suma al desafío. Quizás ayude a la reflexión considerar que tenemos más que agradecer a los árboles y a la vegetación qué nos acompaña en la ciudad, que lo que les podemos reclamar. ¡Inventemos más formas de convivir con el verde urbano en lugar de idear pretextos para eliminarlo!
Ayala-Carrillo, M., Farfán, M., Cárdenas-Nielsen, A., & Lemoine-Rodríguez, R. (2022). Are Wildfires in the Wildland-Urban Interface Increasing Temperatures? A Land Surface Temperature Assessment in a Semi-Arid Mexican City. Land, 11(12), 2105. https://doi.org/10.3390/land11122105
Vargas Huipe, Nuria Delia, & Rodríguez Van Gort, Mary Frances. (2024). Clima cambiante en la Zona Metropolitana de Xalapa: factores naturales y antrópicos. Investigaciones geográficas, (114), e60855. Epub 10 de diciembre de 2024.https://doi.org/10.14350/rig.60855
* Red Ambiente y Sustentabilidad Inecol
** Facultad de Ciencias Agrícolas, UV