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El cerebro de los insectos se divide en tres porciones, cada una inerva y controla a diferentes órganos. Además, algunos ganglios principales se conectan con el cerebro a través de distintos nervios

¿Tres cerebros? ¡ni que fuera insecto!

Estudio. Cigarra Negra. Foto tomada de internet.

El sistema nervioso de los insectos, al igual que el de muchos otros animales, se compone de unidades celulares funcionales conocidas como neuronas, que son células altamente especializadas en la percepción y transmisión de los estímulos nerviosos. Este sistema se subdivide en el Sistema Nervioso Central y el Sistema Nervioso Visceral o Estomodeal. El sistema nervioso central se estructura a base de ganglios pareados (un ganglio es una red compacta de neuronas) que pueden o no fusionarse en una masa ganglionar de mayor tamaño; se compone de un cerebro dorsal que se aloja en la cabeza y que va unido a una cadena ventral de ganglios que corre a lo largo del cuerpo (Fig. 1a); los ganglios de la cadena ventral varían en número de acuerdo con los distintos grupos de insectos (Fig. 1b).

            El cerebro de los insectos se compone de tres masas ganglionares principales, a saber (Fig. 2a): el protocerebro, que es el de mayor tamaño y que inerva a los ojos compuestos, por medio de los lóbulos ópticos, y a los ojos simples, también conocidos como ocelos; el deutocerebro, que inerva y controla a las antenas y el tritocerebro, que inerva y controla al labro o labio superior en el aparato bucal, principalmente. El tritocerebro conecta al cerebro con la cadena ventral de ganglios por medio de los nervios que rodean al esófago. De la cadena ventral ganglionar el ganglio subesofágico es el principal y el de mayor tamaño, pues se compone de la fusión de tres pares de ganglios que van a inervar a las partes bucales, tales como las mandíbulas, las maxilas y el labio inferior (Fig. 2b).

Insecto Fig. 1a. Diagrama lateral del cuerpo de un insecto mostrando la disposición del cerebro y la cadena ventral de ganglios (modificada de Romoser, 1973). Y Fig. 1b. Modificaciones en la cadena ventral de ganglios: (a) pulga; (b) cucaracha; (c) hormiga; (d) mosca; (e) chinche acuática (modificada de Entomología Pura https://entomologiaultima.blogspot.com/2017/07/el-sistema-nervioso-de-los-insectos.html)

            En el tórax, los tres pares de ganglios ventrales inervan y controlan los movimientos de las patas y las alas; en ocasiones estos tres pares de ganglios se encuentran fusionados (Fig. 1b). De manera similar, los ganglios que corren a lo largo de la parte ventral del abdomen van a inervar y a controlar a los músculos del abdomen y a los espiráculos, que son las aberturas por donde respiran los insectos. Estos ganglios abdominales también inervan y controlan a los genitales internos y externos, así como a la región anal y a los cercos, que son un par de apéndices caudales con función sensorial, principalmente.

            El sistema nervioso estomodeal o estomatogástrico está encargado de inervar y controlar, en gran medida, al resto de los órganos internos del cuerpo de un insecto (Fig. 2b). Así, tenemos que este sistema se compone de los nervios frontales que surgen del tritocerebro y conectan con el ganglio frontal, el cual descansa sobre la pared dorsal del esófago y que va a inervar a la faringe y a controlar los músculos que actúan para el paso del alimento. Otro elemento de este sistema es el nervio recurrente, que corre por la porción anterodorsal del intestino anterior o estomodeo y conecta con el ganglio hipocerebral; éste va a inervar y a controlar al vaso dorsal o corazón y al intestino anterior (Fig. 2b). De este mismo ganglio surgen los nervios gástricos o ventriculares que van a inervar y a controlar al intestino medio (mesenterón) y al intestino posterior o proctodeo. Asociados con el ganglio hipocerebral hay un par de glándulas del aparato endócrino conocidas como corpora allata (cuerpos alados) y corpora cardiaca (cuerpos cardíacos) que tienen funciones secretoras al producir hormonas que intervienen en los procesos de muda (p. ej. en el paso de un estadio larval a otro) y para mantener las características juveniles durante esa etapa.

  

Insecto Fig. 2a. Detalle del cerebro y ganglios principales de un insecto en vista dorsal (modificada de Romoser, 1973). Y Fig. 2b. Detalle de los sistemas nervioso central y estomatogástrico y nervios principales en vista lateral. El área gris representa parte del intestino anterior (modificada de Romoser, 1973).

          Cabe mencionar que lo descrito anteriormente es un panorama general de lo que puede ser un sistema nervioso típico de un insecto. Sin embargo, hay mucha variación entre los diferentes órdenes de insectos, por lo que no todos presentan lo mencionado ni en el mismo arreglo. Al parecer, existe una tendencia evolutiva hacia la fusión de los pares de ganglios segmentales en masas ganglionares. No obstante, la integración del cerebro en tres partes sí es más o menos una constante en la Clase Insecta.

*Red de Biodiversidad y Sistemática, Instituto de Ecología, A.C., (INECOL), Carretera Antigua a Coatepec Núm. 351, El Haya, Xalapa, Veracruz 91073, México. (correos electrónicos: rodolfo.novelo@inecol.mx; daniel.reynoso@inecol.mx)

Bibliografía

Daly, H.V., Doyen, J.T. & Rhrlich, P.R. 1978. Introduction to insect biology and diversity. McGraw-Hill Kogakusha, LTD, Tokyo. 664 pp.

Romoser, W.S. 1973. The Science of Entomology. Macmillan Publishing Co., New York. 449 pp.

Snodgrass, R.E. 1935. Principles of insect morphology. McGraw-Hill Book Co., New York. 667 pp.

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