
El tlacuachín (Tlacuatzin canescens), ratón tlacuache o tlacuache ratón gris es una especie de mamífero marsupial perteneciente a la familia Didelphidae. A primera vista podría confundirse con un ratón por su tamaño y aspecto general y de ahí su nombre común. Una de las principales características del tlacuachín es que presenta pelaje oscuro en forma de anillo alrededor de los ojos, gris/café en la parte superior del cuerpo y amarillo/crema en su parte ventral; además, presenta unos bigotes moderadamente pequeños. Así mismo, como otros marsupiales, tienen patas con pulgares oponibles que le permiten maniobrar de mejor manera cuando se mueven por las ramas de los árboles, pero carecen de bolsa para cargar a sus crías, las cuales sólo se protegen entre el pelaje de su madre. Es la única especie del género Tlacuatzin, anteriormente pertenecía al género Marmosa pero estudios moleculares pusieron en evidencia la existencia de características genéticas y morfológicas (p. ej., proporciones del cráneo y dentición) distintivas por lo que se decidió separarla y asignarle su propio género. La diferenciación del tlacuachín parece estar relacionada con las fluctuaciones climáticas que tuvieron lugar durante el Pleistoceno que afectaron su distribución geográfica y que se combinaron con la existencia de barreras geográficas, como montañas y ríos, para limitar el flujo de genes entre poblaciones.
El tlacuachín es endémico de México, es decir, únicamente lo podemos encontrar en nuestro país. Su distribución es amplia, la podemos encontrar desde Sonora hasta Oaxaca, Chiapas y la península de Yucatán. Sin embargo, frecuentemente surge nueva información que está permitiendo tener una idea más precisa de su distribución actual. Por ejemplo, hasta el año 2006 se registró por primera vez en el estado de Veracruz. De manera más reciente se obtuvieron nuevos registros en Sonora, en el límite de su distribución conocida. Son diversos los ecosistemas donde habita el tlacuachín, como el bosque seco, el matorral, los manglares, bosques en distintos niveles de regeneración e incluso cultivos de distintas plantas (p.ej., magueyes, plátano, cocos y mango).
Este marsupial es uno de los más pequeños de Norteamérica ya que tienen una longitud de su cuerpo, desde la nariz hasta la punta de la cola, de tan solo de 260 a 310 mm y un peso promedio de apenas 48 g. Por su pequeña talla, es fácil diferenciarla de las otras especies de marsupiales que habitan en el país como el tlacuache dorado (Caluromys derbianus, 326 g), el tlacuache cuatro ojos café (Metachirus nudicaudatus, 364 g), el tlacuache cuatro ojos gris (Philander opossum, 426 g), el tlacuache de agua (Chironectes minimus, 974 g), el tlacuache común (Didelphis marsupialis, 1,134 g) y el tlacuache norteño (D. virginiana, 2,442 g). La excepción es la Marmosa mexicana que tiene una talla muy semejante (49 g). Si bien se ha señalado la existencia de ligeras diferencias en la coloración del pelaje de esta especie, así como de su cráneo y dentición, que la distinguen del tlacuachín lo más evidente es que la distribución de Marmosa mexicana es más sureña. El promedio de vida del tlacuachín, es de 1 a 3 años y alcanzan su madurez sexual a los pocos meses de vida (6 a 8). El periodo de gestación de sus crías es bastante breve, alrededor de 14 días y el número de crías que pueden llegar a tener en cada una de sus camadas es de 7 a 9.
No existen estudios detallados sobre los patrones de actividad diaria del tlacuachín, pero la evidencia existente indica que, en general, son de hábitos nocturnos y solitarios, durante el día se refugian y descansan en sus nidos que puede estar construido en huecos de troncos, escondidos en arbustos o incluso en el suelo cubierto con hojas. Su dieta incluye diferentes tipos de insectos, pequeños vertebrados (geckos y aves), huevos de aves, frutas y vegetales como higo, plátano, coco, naranja, tunas y chiles por lo que está catalogada como una especie omnívora y oportunista. Es de destacar que tiene un sistema inmunológico muy eficiente que le permite comer una variedad de animales venenosos (escorpiones y serpientes).
El tlacuachín no está considerado como una especie que requiera atención para su conservación, a nivel nacional o internacional, debido a que tiene una distribución amplia y en algunas localidades puede ser relativamente abundante. Como se mencionó anteriormente, es capaz de utilizar una variedad de ambientes incluso los transformados como algunos cultivos, por lo que se puede suponer que es capaz de tolerar en cierta medida la perturbación antrópica. Sin embargo, la transformación drástica que se hace de los ecosistemas naturales dentro de su área de distribución, muchas veces a potreros que carecen prácticamente en su totalidad de cobertura arbórea o arbustiva puede limitar su desplazamiento provocando que sus poblaciones se fragmenten y aíslen. Asimismo, la cercanía con los asentamientos humanos puede incrementar su mortalidad ya sea porque la gente los extermina por confundirlos con ratones o porque se exponen a animales domésticos depredadores como los gatos.
Debido a sus hábitos alimenticios que incluyen el consumo de los frutos de varias plantas y a su movilidad (entre 1.6 y 2.4 km por noche) el tlacuachín puede ser dispersor de semillas. Así mismo, su capacidad de consumir distintos organismos, incluyendo especies venenosas, puede hacer que juegue un papel de control biológico benéfico para los humanos. Por otra parte, es una presa de aves (búhos y lechuzas) y felinos como los ocelotes y serpientes por lo que su presencia ayuda a mantener la estructura trófica de los ecosistemas. De manera reciente un estudio en la localidad de Etúcuaro, municipio de Madero, Michoacán, mostró a su vez que el tlacuachín visita las inflorescencias del agave chino (Agave cupreata). Fotografías registradas durante estas visitas muestran el pelaje del tlacuachín con una buena cantidad de polen. Este agave es muy importante porque es la base para producir la bebida tradicional del mezcal que se ha constituido en una fuente de trabajo e ingreso económico muy importante para la gente de la región. El agave chino, a diferencia de otros agaves, solo puede producir nuevos individuos a través de la polinización. Sus principales polinizadores son los murciélagos, pero el tlacuachín podría estar proporcionando un servicio de polinización que pudiera servir como “seguro” en caso de que las visitas de los murciélagos fueran escasas. Si bien se requieren de más estudios para evaluar la relevancia del tlacuachín en esta interacción, la evidencia existente sirve para ampliar aún más nuestra perspectiva sobre la importancia ecológica de este pequeño marsupial.
De esta manera, si alguna vez tienes la fortuna de observar al tlacuachín recuerda que es una especie que puede ser muy importante para los ecosistemas. Así que no lo molestes o dañes y mejor obsérvalo muy bien para que podamos aprender más de ella.
Therya ixmana 4(2):105-106
https://mastozoologiamexicana.com
Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Morelia, Michoacán, México. gonzalo.alejandro.hernandez@umich.mx (GAH-A), eduardo.mendoza@umich.mx (EM)
*Autor de correspondencia