Expertos en neurociencia de la Universidad de Zúrich han estudiado los efectos en la psique humana de los llamados “silbatos mexicas de la muerte”, utilizados por la civilización precolombina en sus rituales de sacrificio, comprobando que conservan cierta capacidad de sugestión en personas actuales.
Los responsables del estudio, publicado en la revista Communications Psychology, elaboraron copias en 3D de silbatos de este tipo conservados en el Museo Etnológico de Berlín y midieron la actividad cerebral de determinados sujetos mientras los hacían sonar.
Comprobaron, según indica un comunicado de la prestigiosa universidad suiza, que el sonido de estos instrumentos, similar a un grito de pánico de un ser humano, produce “a la vez una reacción psicoafectiva y un tratamiento mental del simbolismo sonoro”.
En términos subjetivos, esto produjo en muchos pacientes sentimientos de “miedo extremo”, similares a los provocados al escuchar un grito humano, y la sensación de que el sonido del silbato podría tener un origen natural y orgánico, añadió la publicación.
Estos silbatos, con los que se cree que se preparaba a las víctimas de los sacrificios, fueron encontrados por primera vez en las últimas décadas del siglo XX, aunque inicialmente se creyó que eran meros objetos artísticos, a menudo con forma de calaveras, animales o monstruos.
Se tardó décadas en descubrir, de forma accidental, que eran capaces de emitir sonidos, gracias a un sistema interior de dos cámaras acústicas opuestas que producen turbulencias de aire y un estridente sonido muy característico.