Cultura

Continúan las actividades en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara; uno de los premios más significativos es para la argentina Gabriela Cabezón

Gabriela Cabezón Cámara dinamita la historia y se lleva el Premio Sor Juana Inés de la Cruz

El Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz, instituido en 1993 para reconocer el trabajo literario de las mujeres en el ámbito hispano, ha galardonado este año a la escritora argentina Gabriela Cabezón Cámara por su obra Las niñas del naranjel. Este prestigioso premio, que celebra a la autora de una novela publicada originalmente en español, está dotado con un incentivo de 10,000 dólares.

En el anuncio oficial, Marisol Schultz, directora de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, expresó su entusiasmo por la elección de Gabriela como ganadora. Schultz destacó la habilidad literaria de Cabezón Cámara, calificándola de “maestría líquida” por su capacidad de navegar entre lo masculino y lo femenino en su escritura, la cual describió como “onírica, real y oral”.

Un relato ficcionalizado y poético

La novela galardonada, Las niñas del naranjel, es un retrato profundamente imaginativo y cautivador. La trama sigue a Antonio, un personaje complejo que, tras ser salvado de la horca por su Virgen del naranjel, huye con dos niñas famélicas a la selva. En este entorno vibrante y hostil, Antonio escribe una carta a su tía, una priora, mientras reflexiona sobre su pasado como soldado, grumete y paje, y asume la tarea de proteger a las niñas.

La obra incorpora elementos históricos y ficcionales inspirados en Catalina de Erauso, la legendaria Monja Alférez, y aborda la crueldad de la conquista de América desde una perspectiva inédita. Diana Sofía Sánchez, miembro del jurado, elogió cómo Gabriela reescribe la historia para dinamitar los relatos coloniales, destacando que la novela “abraza el bastardismo que dio lugar a América” y devuelve a la naturaleza un erotismo libre del exotismo europeo.

Un discurso feminista y ambientalista

Ana García, también jurado, destacó el compromiso feminista y ambientalista de Cabezón Cámara, elementos que impregnan su obra. Además, resaltó el ingenio y la sensibilidad de la autora, quien combina su narrativa con causas sociales urgentes y una gramática amorosa innovadora que entrelaza el guaraní, el vasco y el latín con referencias contemporáneas como el cine de Miyazaki.

Un agradecimiento poético

En su discurso de aceptación, Gabriela Cabezón Cámara rindió homenaje a Sor Juana Inés de la Cruz, recitando parte de su poesía y agradeciendo la libertad que la poeta novohispana simboliza. “Agradezco a la vida y a mi manda, que me hace más animal”, expresó Gabriela con una narrativa poética que emocionó a los asistentes.

Con esta victoria, Gabriela Cabezón Cámara reafirma su lugar como una de las voces más poderosas de la literatura contemporánea, desafiando las narrativas convencionales y expandiendo los límites de la novela histórica.

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