La patria no es un pasaporte, sino el amor a ciertos ríos, aires y paisajes, por eso a la poeta y novelista Gioconda Belli nadie le puede arrancar Nicaragua de adentro.
“Yo tengo los volcanes sembrados en la piel, tengo las nubes, los lagos, ese país siempre he dicho que es tan chiquito que es un país portátil: lo puedo andar conmigo por todos lados y entonces no me he sentido desprovista de país”, declaró ante la audiencia, en la 38° Feria Internacional del Libro de Guadalajara.Durante la mesa organizada por España, Invitado de Honor, “Un boleto sólo de ida”, junto a Kirmen Uribe, Antonio Altarriba, Karina Sainz Borgo y bajo la moderación de Brenda Navarro, Gioconda Belli compartió sus experiencias de exilio y migración, así como la postura con la que ha sobrellevado estas situaciones.
En mayo de 2021, la poeta Giocconda Belli tenía un boleto de ida y otro de vuelta para ir de su país natal a ver a sus hijos en Portland, Oregón, pero en cuanto se fue, el panorama se ensombreció.“Salí de mi casa y creo que en el momento en que estaba en el dintel de la puerta miré hacia atrás y tuve esa rarísima premonición: a lo mejor nunca vuelvo a esta casa, que era algo totalmente no-factible en ese momento”, relató.
Cuando la escritora originaria de Managua se encontraba en Estados Unidos, en Nicaragua empezaron a detener a personas con un perfil parecido al de ella: periodistas, comunicadores, escritores, políticos y todos los candidatos electorales para las elecciones de 2021 que pudieran hacer competencia a Daniel Ortega.“Yo no era candidata electoral, pero estaba en la lista.
Entonces, de repente, me voy quedando sin casa, sin país, sin nada. A los meses, en 2023 salimos en una lista 94 personas a las cuales nos quitaron la nacionalidad, nuestros bienes, nuestra pensión de jubilación, todo, y nos acusaron de traición a la patria y de menoscabo a la integridad nacional”, explicó.
Aunque una migración forzada en la vida es suficiente, esta es la segunda experiencia de exilio que Gioconda Belli ha vivido a lo largo de su trayectoria. Anteriormente, estuvo exiliada durante la lucha contra Somoza de 1975 a 1979, en Costa Rica.Sin embargo, desde su perspectiva esta ocasión es mucho más compleja.
“Este exilio es muy diferente porque aquel fue un exilio de trabajo, en el sentido de que me integré inmediatamente a trabajar en la lucha contra la dictadura de Somoza. En ese sentido, esta situación de Nicaragua es mucho más compleja: la lucha armada está descartada por la propia gente y entonces, ¿cómo vamos a resolver esa situación? no está muy claro”.
Actualmente, la escritora radica en Madrid porque en Estados Unidos comenzaba a mezclar idiomas y hablar spanglish, así que deseaba vivir en un lugar donde se viviera en español. “El exilio no lo siento como aquella vez. Fui a la televisión y corté mi pasaporte, para decir que eso no me hace nicaragüense a mí y el día que estos tiranos se acaben, yo todavía voy a estar en mis libros como escritora nicaragüense.
El peor exilio es el de dentro de uno mismo, mientras uno tenga ese centro, esa noción de uno mismo, uno puede ser quien es en cualquier parte”, declaró seguida de aplausos y expresiones de afirmación por parte de una audiencia emocionada.
¿Quién es Gioconda Belli?
La escritora revolucionaria (Managua, 1948) se nacionalizó como chilena en 2023, tras el despojo de su nacionalidad por el régimen de Daniel Ortega.Es internacionalmente conocida por obras como “Línea de fuego” (1978) o “La mujer habitada” (1988) y ha sido reconocida con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el Premio Sor Juana Inés de la Cruz y el Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña, entre otros. Recientemente, Gioconda Belli publicó Un silencio lleno de murmullos (Seix Barral, 2024)