El Guardián es una película mexicana que cuenta la historia de Basilio, quien cuida, en Baja California, una playa en la que poco sucede. Basilio tiene poco de haber regresado a México, después de ser deportado de Estados Unidos y su empleador es un hombre del que no se llega a conocer prácticamente nada, ni siquiera su nombre; la aparición en la cinta es por medio de su voz en llamadas telefónicas cuando Basilio se comunica con él para mantenerlo informado de lo que ocurre con el terreno.
En este contexto se presenta una situación inspirada por los casos reales que ocurren en Baja California en torno a la pesca ilegal. Basilio, ante lo que cree que es lo correcto, confronta a un pescador después de que descubre sus actividades una noche. Es así como se desencadena una serie de eventos: una vez que el jefe de Basilo se entera de lo que sucede, nunca más le responde las llamadas; el pueblo, que es muy unido, se pone en su contra y la esposa del pescador le demanda que ayude a su hijo a pescar ya que es el responsable de lo que pasa con el padre.
Se trata de una película que se siente como un documental. En el caso de los documentales, la existencia de un guion sirve más para no perder de vista la pregunta que se busca responder y hay mucho de ello en las motivaciones de El Guardián.
Esta película forma parte de la selección oficial del 2025 del Festival Internacional de Cine de Morelia a donde acudieron la directora Nuria Ibáñez Castañeda; el protagonista, Basilio; la productora de la cinta, Cristina Velazco; la actriz Andrea Lara y el actor Blake Webb.
Durante la conferencia de productores, directora y protagonistas, la directora comentó que El Guardián surge ciertamente de un proyecto documental centrado en el propio Basilio. Pero las cosas, al igual que en la trama, se desarrollaron de manera tal que ahora Basilio, en lugar de ser el sujeto de un documental, se vio en situación de actuar por vez primera.
Acerca de esta transición hacia la ficción, Ibáñez Castañeda explicó que percibe al cine como una forma de apoyo para pensar diferente y para ponerse en los zapatos de los demás. Así pues, luego de realizar el documental Una Corriente Salvaje en el que su personaje principal fueel propio Basilio, se encontró en un punto en el que no podía dejar de cuestionarse la razón por la que este hombre no exigía a su jefe que le pagara y aún así cumplía sus ordenes al pie de la letra. Esa necesidad de encontrar una respuesta, propia de un documental, fue lo que la llevó a dirigir su primera película de ficción.
Al inicio, la productora Cristina Velazco no lograba comprender esta decisión de transitar de un género a otro; pero, ante la pasión que le transmitió la directora, rápidamente entendió que tenía que ayudarla.
Nuria compartió que al no estar acostumbrada a los procesos del genero de ficción, se le hacía difícil incluso gritar corte cuando terminaba la escena como estaba marcada. Su ánimo era dejar que las conversaciones continuaran.
En efecto, sus proyectos anteriores son sostenidos en pantalla por pláticas larguísimas y ella quería que ahora las escenas fueran surgiendo de la misma manera.
A excepción de dos actores, para el resto del elenco también fue su primera vez actuando. El apoyo que le dieron a la directora y a todo su equipo fue maravilloso, desde brindarles ayuda para la transportación, hasta en la búsqueda del niño que debía actuar en la película.
Cuando llegaron a la locación donde se filmó la historia, algunas personas del staff llegaron con la idea de cerrar las calles para poder trabajar mejor. Pero eso es algo que no forzosamente es bien recibido en todos lados.
Esa fue de las pocas veces en la que los locales no estuvierón de acuerdo con el resto del equipo de trabajo.
No obstante, la experiencia como documentalistas resolvió el problema; tener acercamiento, presentarse ante la gente y ganarse su confinaza, era la ruta para poder trabajar.
Al final, incluso habitantes dijeron a la directota que estaban felices de que su hogar haya sido elegido para grabar El Guardián.