Cultura

La obra “La danza que sueña la tortuga”, de Carballido, busca esa risa de identificación, señala la dramaturga

Hay una risa que viene desde la empatía: Noemí Espinosa

Después del Cervantino La obra se presentará en el Centro Cultural del Bosque hasta el 23 de noviembre. (Carlos Alvar, Acervo Histórico Festival Internacional Cervantino)

La gente acude a ver “La danza que sueña la tortuga” para enfrentarse con una historia de machismo a través de la risa, lo cual permite “una forma de ver distinta a la historia de los personajes, pero también de razonar”, según opina la directora del montaje, Noemí Espinosa.

Para ella, la risa es un mecanismo que se detona de muchas maneras y tiene muchas variantes.

“Hay varios tipos de risa: la que viene de la sátira, donde el espectador ríe como una forma de sacar algo, una forma que es justamente lo que piensa y entonces ríe más fuerte para que los demás oigan, parecido a una risa de burla”, ejemplifica.

Por otro lado, la directora escénica con trayectoria en el humor destaca que también hay una risa que viene desde la empatía y del identificarnos con la inocencia de los personajes, sus vulnerabilidades, torpezas y decir “sí soy.”

“Es el tipo de risa que genera este tipo de comedia, una risa de identificación, de contraste con una realidad ruda y toda la fragilidad humana de los personajes”, plantea en conversación sobre la obra que se presentó en Guanajuato este fin de semana, y que continúa como parte de la programación de Circuito Cervantino.

Con efectivas y grandes carcajadas por parte del público, se presentó 11 y 12 de octubre en el Teatro Cervantes, y en el Teatro Orientación Luisa Josefina Hernández del Centro Cultural del Bosque, se presentará hasta el 23 de noviembre de 2025, los jueves, viernes y sábados a las 19 h, y domingos a las 6pm (no hay funciones del 13 al 16 de noviembre).

Desde la perspectiva de Noemí Espinosa, esta obra es de las más logradas por Emilio Carballido, por su construcción de personajes complejos, redondos y congruentes, así como una estructura original y auque no termina “bien”, apunta a la esperanza de una nueva vida.

“Carballido hizo muchísimas obras y de pronto se dejó de programar en los grandes festivales y en las muestras de teatro. Creo que tenemos que regresar a su nombre para que las nuevas generaciones lo conozcan, un veracruzano que abrió brecha a todos los nuevos dramaturgos en una época en la que se importaba mucho teatro del extranjero y apenas estaba formando una un teatro de identidad nacional”, añade respecto de lo que aporta este homenaje al autor veracruzano Emilio Carballido Fentanes (Córdoba, Veracruz, 22 de mayo de 1925 - Xalapa, Veracruz, 11 de febrero de 2008), en el marco de los 100 años de su natalicio.

EN VERACRUZ.

“Más vale solteronas y no mujeres malas”, dicen las hermanas Moredia, Rocío y Aminta.

Se trata de mujeres que por la época, la geografía y situación socioeconómica tuvieron que seguir patrones de comportamiento estrictos, para cumplir con la exigencia de ser mujeres buenas y aceptadas en la sociedad.

“Las limitaban a tener solamente dos dos caminos: ser mujeres buenas, que atiendan a los hijos, se casen, atiendan al marido; o mujeres malas que rechacen ese tipo de vida y agarren su propio camino… y estas dos mujeres no están ni allá ni acá, están en medio porque se quedaron solteras, están arrimadas a un rincón, alejadas de la familia”, destaca Noemí Espinosa.

Aunque parecería que este retrato social creado por el dramaturgo veracruzano Emilio Carballido Fentanes (Córdoba, Veracruz, 22 de mayo de 1925 - Xalapa, Veracruz, 11 de febrero de 2008) ya no representa la situación de las mujeres en la actualidad, la directora discrepa.

Opina que si bien en las grandes ciudades estas cosas ya casi no pasan, en muchas poblaciones y comunidades de distintos estados de México la situación de las mujeres no ha cambiado tanto.

“Tal vez ya no existen en las grandes ciudades, en las poblaciones que han tenido la oportunidad de tener una educación y otras oportunidades -valga la redundancia- tal vez ya no es tan evidente... pero nosotros fuimos criados por ese ese tipo de familias. Nuestros abuelos, nuestros bisabuelos. Como sea, algo vamos arrastrando de esas formas de educación y y no nos damos cuenta que a veces las replicamos, pensando que lo estamos haciendo bien”, considera.

“Cuando revisamos hacia atrás, nos damos cuenta de de que la diferencia no es tanta y sobre todo si miramos a los lugares de provincia, donde lamentablemente las mujeres todavía no tienen acceso a una educación, a una salud digna, a tomar sus propias decisiones”, añade.

Apunta que incluso hoy, en las montañas de Veracruz persiste un rezago en cuanto a las posibilidades y a los derechos de las mujeres, por eso es importante ver de dónde viene esta formación.

En ese sentido, esta propuesta quiere mostrar personajes que descubren la posibilidad de tener una nueva vida, “sin cumplir o con una cosa o caer en la otra de ser una mujer abnegada y sometida a lo que dicta la sociedad o ser mala”.

Teatro La obra se presentará en el Centro Cultural del Bosque hasta el 23 de noviembre. (Carlos Alvar, Acervo Histórico Festival Internacional Cervantino)

ES CINE…

Además de dramaturgo, Carballido fue cineasta y en este montaje reminisce la estética del cine.

“Desde la descripción al inicio de la obra dice cómo debe ser el espacio y da tanto detalle que cuando empiezas a leer la obra sientes que estás viendo una película “, concede Noemí Espinosa.

Dice que el texto precisa detalles como que debe haber carpetitas bordadas de colores específicos, radio con un cable colgado del techo, como se ocupaba en aquella época.

“El tenía muy claro cómo hacer la narración no nada más con la historia y los personajes, sino el espacio, eso lo aprovechamos mucho para crear un escenario realista, con todo el detalle para que el espectador sienta que la casa se partió a la mitad para que pudiera estar ahí”, ahonda.

Próximamente, exalumnas, alumnos y maestros de la Escuela Nacional de Arte Central montarán “Un vals sin fin por el planeta”, precuela de La danza que sueña la tortuga, escrita quince años después.

“En noviembre vamos a coincidir las dos obras, para que la gente pueda conocer los dos universos que él hizo a partir de la misma familia”, adelanta.

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