
Eduardo Matos Moctezuma fue galardonado con el Premio al Descubrimiento de Campo 2025, que otorga el Instituto de Arqueología de la Academia de China de Ciencias Sociales, en reconocimiento a su destacada labor como fundador del Proyecto Templo Mayor.
En entrevista, el también Premio Crónica señala que este reconocimiento no sólo es para la persona que lo recibe, sino para todos los que laboran en el proyecto que inició en 1978. “Es un premio emotivo porque, en primer lugar, lo otorga la Academia de China, a través del Shanghai Archaeology Forum y se decide mediante un jurado de arqueólogos para arqueólogos. Por eso es interesante este aspecto de que sean precisamente nuestros colegas, quienes eligen al galardonado”.
Y, en segundo lugar, añade Matos Moctezuma, es una distinción que se une a otras. “En dos semanas hemos recibido varios premios: uno, fue el Antonio García Cubas de la FIL de Antropología por el libro “Arqueología mexicana. Sus orígenes y proyección” (Colegio Nacional, 2024), el cual escribí con Leonardo López Luján. Y ese mismo volumen fue designado Premio Caniem 2025. “
¿Cuéntame el por qué esta distinción y cuando la recibes?
Los integrantes del proyecto Templo Mayor, y eso nos llena de orgullo a todos los que trabajamos en éste, es que el galardón ya lo han recibido varios compañeros. Uno fue Leonardo López Luján, que también es Premio Crónica, pero en el Campo de Investigación. Ahora me lo dan a mí en el Campo de Descubrimiento, algo muy emotivo porque me siento honrado de que este proyecto, que inició en 1978 y con el cual casi cumplimos ya el medio siglo, sea relevante para el mundo y es algo que vamos a festejar.
Pero no sólo los mexicanos que trabajan en el Templo Mayor han recibido este galardón. Otros fueron Linda Manzanilla, por sus investigaciones en Teotihuacán y que también es Premio Crónica; el arqueólogo Sergio Gómez, que desarrolla su trabajo en Teotihuacán y dirige el Proyecto “Tlalocan”; y Nelly Robles, por su trabajo en el estudio arqueológico y de conservación en Oaxaca.
“Esto pone de relieve que la arqueología mexicana es de primer orden. Ya son varios colegas los premiados en China y eso realmente para mí es muy importante”.
¿Cuándo te lo entregan?
La ceremonia está programada para diciembre. Y en ésta se recibe el galardón, además tienen que ofrecer una conferencia cada uno de los distinguidos, porque son varias categorías.
Estoy analizando la posibilidad de asistir o no, porque ellos dan la oportunidad de que, si no puedes ir por alguna razón, tienes la opción de nombrar a alguien de tu equipo para que te represente. Entonces, tengo que ver si puedo asistir o, en caso contrario, nombraría a alguien del Templo Mayor.
¿Un galardón por un descubrimiento en específico o por todo lo que se ha revelado en el Templo Mayor y se sigue haciendo?
Es por el descubrimiento, digamos, en general, de lo que es el Templo Mayor y todo lo que el proyecto implica.
¿Un premio especial que viene de colegas, como los chinos, que son grandes arqueólogos?
¡Claro que sí! Escribí un libro que se llama “Grandes hallazgos de la arqueología”, en el cual analizó por lo menos cinco grandes hallazgos, y uno de ellos, claro, es la tumba de Tutankamón; el otro es el realizado por los chinos, cuando encuentran hace poco más de 50 años, las ocho mil figuras de terracota, que fueron creadas durante la Dinastía Qin para acompañar al primer emperador de China, Qin Shi Huang.
En ese capítulo, describo la relevancia que tenía este emperador y su tumba y, además, con el tiempo se han ido encontrando muchas otras figuras de esta cultura, una de las primigenias.
Durante una, de mis dos visitas a China, me permitieron bajar y poder mirar de cerca a las estatuas.
¿Cómo te sientes con este premio sobre el trabajo de los últimos 45 años en el Templo Mayor?
Cuando te dan un reconocimiento de este tipo, es un estímulo para uno, para el proyecto que desarrollas y eso representa mucho. Porque esta distinción no es sólo es para quien lo recibe, sino para todo un equipo que está ahí laborando o laboró aportando su esfuerzo y conocimientos.
Entonces, en este caso, el descubrimiento lo es tanto para aquellos obreros de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, quienes fueron los que hallaron a la Coyolxauhqui, cuando trabajaban en la madrugada del 21 de febrero de 1978.
A partir de ahí se generó el proyecto Templo Mayor, que llevé a cabo durante estos 45 años con el apoyo de arqueólogos, que en aquella época eran unos jovencitos. Por ejemplo, Leonardo López Luján ingresó a los dieciséis años al proyecto.
Pero también están otros como Raúl Barrera, Patricia Ledezma, Carlos González…, y muchos más de otras especialidades como biólogos, restauradoras y especialmente los trabajadores de campo, que llevan la carga pesado bajo la dirección del arqueólogo. Por esto, creo que es un premio para todos los que hemos colaborado.
¿Qué viene para el futuro?
Tras esta felicidad, sigo con el trabajo diario. Este miércoles voy al Premio Crónica, y el jueves tengo una entrevista, al día siguiente entrevista y conferencias en la UNAM.
Tengo muchísimo trabajo y pues ahí voy jalando la carreta, maestro.