
A pocas horas del sorteo del Mundial 2026, uno de los temas que más inquieta a varias selecciones es la presencia de un posible “intruso” en el bombo 4: Italia, siempre y cuando logre superar el repechaje europeo. Aunque su lugar matemático la enviaría al último bombo, su historia, nivel y plantel la convertirían en un rival de alto riesgo.
La Azzurra, cuatro veces campeona del mundo y vigente campeona de Europa hasta 2024, atraviesa un ciclo irregular, pero sigue siendo un equipo con peso específico. Su presencia en un grupo podría desequilibrar cualquier proyección, especialmente para selecciones anfitrionas o combinados con aspiraciones de avanzar sin sobresaltos.
Un rival que no encaja con el nivel del bombo 4
En términos futbolísticos, Italia representa todo lo contrario a lo que suele encontrarse en el bombo 4: orden defensivo, experiencia en grandes torneos y una calidad individual que supera ampliamente a la de selecciones tradicionalmente ubicadas en esa zona del sorteo. Para muchas federaciones, caer con la Azzurra implicaría quedar en un “grupo de la muerte” instantáneo.
El repechaje es el primer paso, pero de confirmarse su clasificación, Italia sería el equipo más temido entre los sembrados de último nivel. La FIFA mantiene los criterios basados en ranking y desempeño reciente, pero en este caso, la historia pesa más que los números: nadie quiere tener enfrente a una potencia herida, con la urgencia de reivindicarse en el primer Mundial con 48 selecciones.
El sorteo está cada vez más cerca y las miradas no solo están en los favoritos de siempre, sino también en la posibilidad de que un campeón del mundo llegue como “no cabeza de serie”. En un torneo ampliado y repleto de sorpresas, evitar a Italia podría ser tan importante como enfrentar a cualquiera de las selecciones top del planeta.