Un estudio de Gerbilsky Wainberg Arquitectos de diseño arquitectónico y de interiores revela las principales tendencias que definirán el rumbo en el 2025. En un contexto donde la sostenibilidad, los avances tecnológicos y el bienestar humano son prioridades clave, las nuevas propuestas reflejan cómo estas fuerzas convergen para responder a las necesidades de un entorno urbano en constante evolución.
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Sostenibilidad y arquitectura regenerativa
La sostenibilidad será el pilar fundamental de la arquitectura contemporánea. Según Gerbilsky Wainberg, los proyectos incorporarán de manera destacada materiales orgánicos y reciclados, como bioconcreto y madera modificada, que no solo minimizan el impacto ambiental, sino que también contribuyen a la regeneración de ecosistemas urbanos. Además de ser energéticamente eficientes, los edificios del futuro estarán diseñados para generar recursos esenciales, como la captación de agua de lluvia y la producción de energía renovable, redefiniendo su papel en las ciudades del mañana.
Espacios flexibles y adaptables
La adaptabilidad será el eje central del diseño de interiores en 2025. La pandemia puso en evidencia la importancia de crear espacios multifuncionales que puedan ajustarse con facilidad a las demandas diarias, y esta tendencia no hará más que fortalecerse. Los interiores integrarán mobiliario modular, divisores móviles y tecnología avanzada, permitiendo transformar ambientes para diversas actividades, desde el trabajo hasta el ocio, sin requerir reformas complejas ni costosas.
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Conexión con la naturaleza: biofilia en diseño
Los principios de la biofilia seguirán transformando los espacios interiores, combinando estética y bienestar. La integración de jardines verticales, techos verdes y materiales naturales como el bambú, creando ambientes que conecten a los ocupantes con la naturaleza. También, la iluminación natural será un elemento esencial, no solo para embellecer los espacios, sino también para promover la salud mental y emocional, redefiniendo el diseño como una herramienta para el bienestar integral.
Inteligencia artificial y automatización en la arquitectura
La automatización y la inteligencia artificial (IA) revolucionarán la forma en que interactuamos con nuestros entornos. Los sistemas inteligentes, capaces de ajustar la temperatura, iluminación y ventilación según las actividades humanas, serán cada vez más comunes. Además, el diseño asistido por IA permitirá desarrollar planos personalizados y optimizados, adaptándose de manera precisa a las necesidades individuales, mejorando la eficiencia y la funcionalidad de los espacios en tiempo real.
Minimalismo con personalidad
También, el minimalismo seguirá siendo la tendencia predominante, pero con un enfoque más personalizado. Los espacios se caracterizarán por su austeridad, sin perder carácter ni calidez. Se priorizará una selección meticulosa de acabados y materiales que logren un equilibrio entre el orden y la autenticidad. La paleta de colores se centrará en tonos neutros, complementados con detalles en madera, metal y texturas naturales, creando ambientes que transmitan confort y sofisticación de manera sutil.
Diseño inclusivo y accesible
La accesibilidad será un principio clave en el diseño de espacios en 2025. Los diseñadores no solo se enfocarán en garantizar la accesibilidad física para todas las personas, sino también en crear entornos inclusivos que promuevan el bienestar emocional y social. Esto se reflejará en la creación de espacios que favorezcan la interacción, la integración de diversas culturas y el acceso equitativo a los recursos, asegurando que todos los ocupantes se sientan cómodos, respetados y parte de un entorno armonioso.
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Arquitectura como bienestar: el futuro de los espacios de trabajo y vivienda
A medida que las fronteras entre el trabajo y la vida personal se difuminan, el diseño de espacios híbridos ganará relevancia en 2025. Gerbilsky Wainberg anticipa que tanto oficinas como viviendas serán concebidas con un enfoque prioritario en la salud mental y física de los usuarios. Estos espacios integrarán áreas de descanso, zonas verdes y ambientes creados específicamente para fomentar la creatividad y la productividad. Por otra parte, el uso de tecnologías de bienestar, como sistemas de purificación del aire y control acústico, se volverá cada vez más común para mejorar la calidad de vida y el rendimiento en estos entornos.