Escenario

ENTREVISTA. La líder del proyecto de cine documental más importante del país habló con Crónica Escenario sobre los retos y desafíos de sus 20 años

Itzel Martínez del Cañizo, directora de Ambulante: “Hay luchas sociales que el cine ha podido abanderar”

Itzel Martinez del Cañizo, directora de Ambulante (ESPECIAL)

Dos décadas cumple uno de los festivales más atractivos del país y del mundo para el cine documental. La Gira Ambulante comenzó el pasado 3 de abril para celebrar 20 años de existencia de obras inolvidables, proyectos y formación de público y cineastas que encuentran en esto una voz importante.

Crónica Escenario charló con la directora del certamen, Itzel Martinez del Cañizo, sobre este aniversario, lo logrado y lo que se viene para Ambulante.

“SOBREVIVIR A SEXENIOS”


“Para mí, éste es un proyecto maravilloso y, así como alguna vez dije que el cine documental para mí reunía todas mis pasiones, siento que el proyecto Ambulante, que lo considero de arte público, también es una expresión que sintetiza muy bien todas las necesidades de la vida completa de una película”, expresó la tijuanense.

“Entonces este es un gran festejo en muchos sentidos. Sobrevivir a tantos sexenios, proyectos culturales, tendencias políticas, financieras, etc., es digno de admirarse para todos los colegas que han formado parte de este equipo y que han puesto su inteligencia, su creatividad y su entusiasmo en esto”, añadió.

Martinez del Cañizo resaltó las fortalezas que ha sabido desarrollar el festival. “Ambulante ha sido una escuela para tantas personas, no nada más dentro del equipo, sino frente a la pantalla, a nuestras audiencias, y también ha sido un espacio muy generoso en el cual se ha dedicado no nada más a formar al público, sino también al fortalecimiento de nuevos y viejos realizadores. Me siento muy complacida de acompañar este proyecto y de honrar los objetivos que le dieron origen y que lo han visto crecer”.

UN FESTIVAL EN TRANSFORMACIÓN


Para estos 20 años, existe una temática específica: los oleajes. “Nos pareció una metáfora muy poderosa para entender la transformación, el flujo y la inevitabilidad del cambio. El movimiento es esencial en la naturaleza en general, pero también en la sociedad contemporánea”, comentó.

“Cada vez es más frenético y veloz. También es una metáfora que utilizamos mucho desde la historia, que habla de tendencias que son evidentemente circunstanciales y en las que participan un montón de elementos del contexto, del momento histórico, del pensamiento de una época”, reflexionó Itzel.

“Todo esto genera algo bastante introspectivo y parece más una tempestad que un oleaje tranquilo. Pero para nosotras en este momento de celebrar 20 años también es una oportunidad para identificar todos esos devenires que nos han traído hasta acá así como una manera de impulsar siempre hacia el frente”, siguió.

“Y la historia nos permite también reflexionar el caminar para reimaginar y recuperar el aprendizaje. Entonces, es un ejercicio de inmersión también, que nos permite ir hacia adentro, pero también impulsarnos hacia la orilla”, añadió.

RETROSPECTIVAS PARA RECUPERAR LA HISTORIA DEL CINE


Con esto en mente, además de las secciones habituales, esta vez existen un par de retrospectivas llamativas que capturan la esencia de Ambulante a través de los años. “La primera es 20 años de viaje en el mar, que justo tiene la vocación de voltear hacia atrás y recuperar momentos icónicos a través de ciertas películas”, comentó.

“La lista era enorme, fue muy complejo llegar a una lista de 20 películas, 10 nacionales y 10 internacionales, pero para nosotras fue importante escuchar a los equipos originales, a las ex directoras y equipo de programación, y recordar esas vivencias y las razones por las cuales estas películas merecían volver a tener un momento frente a la pantalla grande”, agregó.

Cintas como La pesadilla de Darwin, Buscando a sugar man o El acto de matar, que fueron parte del origen de Ambulante y son selecciones internacionales de esa mirada al pasado, así como La libertad del diablo, de Everardo González, director que ha acompañado al certamen con casi todas sus producciones, así como Mi vida dentro de Lucía Gajá, son algunas de las cintas que conforman esa selección especial.

“Todas rompieron de alguna manera el lenguaje, nos permitieron ver el mundo y el cine desde un lugar distinto”, apuntó la directora.

La otra retrospectiva que se vincula más al concepto de este año de los oleajes estará en la sección Invocaciones y se llama Oleajes, los gestos del mar.

“Ha sido una recuperación hermosa de la historia del cine y de cómo él mismo ha tenido desde sus orígenes una estrecha relación con el mar. Vemos películas desde los hermanos Lumière, precursores en esta maquinaria maravillosa que registra el mundo, que es el cine, hasta Abbas Kiarostami y Elena Duque”, añadió Itzel.

UN ECOSISTEMA DE PÚBLICO Y CINEASTAS HOMOGÉNEO


Sin embargo, la también cineasta y ex programadora del certamen destacó la vocación social como la principal meta de la gira y sus agregados.

“El origen de Ambulante se parece más a una gira musical que a un festival como tal, y parte de lo que nos diferencia del modelo canónico de festival es que, primero, no somos un espacio de competencia que compara uno con otro, y tampoco es un espacio que premia en ese sentido, sino que es una oportunidad para acercar el cine al público, construir una comunidad que se encuentra, se mueve y moviliza en torno al séptimo arte”, expresó.

“En ese sentido, la confluencia es entre las películas y sus realizadores, creando este ecosistema de cineastas, pero principalmente de un público que no es homogéneo, que es distinto y que tiene una sensibilidad e interés diferente en cada región de México, o incluso en una misma ciudad, pero que al mismo tiempo reconocemos”, continuó.

“Y es parte de uno de los grandes pilares del trabajo de Ambulante, reconocer la diversidad en las cintas, en nuestras audiencias y hacer estas conexiones”, manifestó a su vez Martinez del Cañizo.

Y es que es innegable que Ambulante ha sido uno de los que mayor apoyo a las voces del cine documental mexicano ha dado en dos décadas.

“Efectivamente el trabajo que se ha hecho desde Ambulante ha estado completamente colocado en tres pilares: películas, realizadores y públicos, y dialogar con las circunstancias y necesidades de ellos nos ha llevado también a no nada más exhibir cine, sino también crear espacios de formación, sensibilización y fortalecimiento”, expresó.

“Tal es el caso de proyectos fuera del festival, como Ambulante Más Allá, que durante más de diez años de trabajo, formaron a ocho generaciones de cineastas en diferentes regiones del país, sin acceso a una escuela de cine”, añadió.

LA NECESIDAD DE DESCENTRALIZAR EL CINE


Asimismo, la directora enfatizó la importancia que ha tenido el poder descentralizar este tipo de cine.

“Existe una fuerte convicción de la importancia de la descentralización, y tantos años después, podemos ver los frutos. Un porcentaje muy importante de los exalumnos de este programa ahora están siendo parte de movimientos importantes de cineastas indígenas en diferentes regiones de México”, expresó.

“También se han impulsado becas de postproducción, becas de realización, constantes espacios de formación y fortalecimiento de capacidades para cineastas en múltiples ciudades”, siguió.

“Para nosotras no nada más es que el público encuentre en el cine ilusión, esperanza, deseo, movimiento y ganas de conocer y responder a ese mundo convulso, sino también que haya realizadores para cada una de las regiones que visitamos mientras abonamos al impulso de las voces regionales”, acotó Itzel.

NUEVOS INTERESES Y DESAFÍOS


Para Ambulante, el panorama sigue creciendo con nuevos intereses y desafíos que buscarán explorar con el crecimiento de la gira y sus programas. “Durante los últimos años ampliamos las búsquedas del cine documental hacia otros tipos de prácticas artísticas”, comentó.

“Tenemos una sección que se llama Teatro Documental, donde lo que quisimos es traer esas obras internacionales poderosas que no teníamos en México y dar la oportunidad de ponerlas en el marco de un festival de cine que siempre ha dialogado también con otras prácticas artísticas”, expresó la tijuanense.

“Este año no nada más nos interesó programar obras, sino impulsar el desarrollo del Teatro Documental Nacional. Hicimos el primer laboratorio de teatro documental, en complicidad también con el Museo del Chopo y el Teatro Casa de la Paz de la UAM”, sumó.

“En conjunto, impulsamos este espacio de formación en una convocatoria de dos semanas, donde recibimos más de 130 propuestas, lo que habla de un gran interés y premiamos a una con producción y la vamos a estrenar en Ambulante”, subrayó a su vez la directora.

Para la vocera del festival el séptimo arte tiene necesidades: “Es importante que el cine se nutra de otras artes y que ellas también dialoguen de manera directa con la gran experiencia que tiene el cine documental”, dijo.

“Tenemos otras iniciativas, otros laboratorios en desarrollo también, en donde estamos poniendo algunas de nuestras preguntas importantes, como el taller llamado Sosteniendo Procesos de Trauma Social a Través del Arte, porque nos dimos cuenta de que algunas de las películas que programamos duelen mucho porque hablan de un México que tiene mucho dolor en algunos temas sensibles”, reveló.

“Abrimos este laboratorio para indagar un poco cómo trabajar el trauma social a través del arte y ha sido una maravillosa experiencia. El grupo de este laboratorio va a presentar y desarrollar mediaciones somáticas con la audiencia después de las funciones de Ambulante”, añadió.

“Hay un área grande de experimentación, siempre existen muchas maneras de innovar en lo que es el gran compromiso social que nos implica el cine documental”, complementó Martinez del Cañizo.

Conforme pasan los años, el cine documental tiene una fuerza ineludible como factor social, trascendiendo de la pantalla a crear cambios. “El cine articula a una red de organizaciones y actores sociales que luchan por mismas causas y que a través de cierta obra encuentran una bandera común y también un lenguaje para articular consecuencias de impacto social”, mencionó.

“A veces es solo la sensibilización y el cambio de conciencia o perspectiva sobre algún tema, pero a veces llega a tener evidencias mucho más notorias y lograr cambios directos en la comunidad, en alguna ley, en luchas diversas donde el cine ha demostrado poder abanderar y evidenciarlos a públicos más amplios”, enfatizó finalmente la tijuanense.

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