Escenario

El filme dirigido por Santiago Mohar Volkow llega a las salas mexicanas con una propuesta irreverente y provocadora, abordando temas como la gentrificación, el narcotráfico y el choque cultural con humor incómodo y crítica social.

“Buen Salvaje”: la comedia negra mexicana que desmantela estereotipos entre México y EU

Buen Salvaje (Especial)

“Buen Salvaje” ha llegado a los cines mexicanos con la promesa de sacudir al público con una comedia negra que no deja títere con cabeza. Dirigida y coescrita por Santiago Mohar Volkow, la película apuesta por un humor corrosivo para cuestionar los estereotipos binacionales entre México y Estados Unidos. La trama, protagonizada por Naian González Norvind, Manuel García Rulfo, Darío Yazbek Bernal y Andrew Leland Rogers, desmantela los clichés de ambos lados de la frontera con carcajadas que invitan a la reflexión.

La historia sigue a Jesse y Maggie, una pareja estadounidense en plena crisis creativa y matrimonial, que abandona su vida en Nueva York para instalarse en un pequeño pueblo del norte de México. Lo que empieza como un retiro espiritual y artístico termina convirtiéndose en una experiencia de inmersión caótica, donde deben enfrentarse a las tradiciones locales, al choque cultural y a las complejidades del narcotráfico. Sus imaginarios creativos se mezclan peligrosamente con la realidad del entorno, desdibujando los límites entre ficción y vida cotidiana.

“Buen Salvaje” se atreve a tocar fibras sensibles con una narrativa que combina la sátira con el análisis social, todo bajo un tono de humor incómodo. La cinta expone los prejuicios, las fantasías coloniales y el exotismo con el que los extranjeros a veces miran a México, sin dejar de lado la autocrítica sobre cómo los propios mexicanos se ven a sí mismos en ese espejo deformante.

Una sátira sin filtros sobre el choque cultural

Humor incómodo para provocar conciencia

Lejos de ser una comedia convencional, “Buen Salvaje” utiliza el humor incómodo como herramienta para provocar al espectador. Algunos asistentes a sus funciones en festivales como Morelia y Guadalajara (FICG39) confesaron sentirse descolocados por los tonos teatrales y la sátira directa, pero eso es precisamente lo que busca la película: incomodar, generar conversación y desarticular los clichés.

La película aborda temas como la gentrificación, el narcotráfico, el colonialismo cultural y el turismo de experiencias, sin caer en la solemnidad. La pareja de artistas estadounidenses funciona como una representación de ese “buen salvaje” moderno, en busca de inspiración en lo exótico, pero sin entender del todo las realidades complejas del lugar al que llegan. En este sentido, el filme critica la mirada romantizada y superficial que a menudo se tiene del México profundo, y también señala la propia complicidad local en mantener esos estereotipos.

El contexto político y social actual le da un peso especial al estreno de “Buen Salvaje”. En un mundo pospandemia, donde las fronteras culturales y físicas se redefinen, la película cuestiona las relaciones de poder entre México y Estados Unidos. Desde los efectos del trumpismo hasta el turismo alternativo, el filme toca nervios expuestos con una sonrisa torcida.

Un cine mexicano audaz y necesario

“Buen Salvaje” no es un producto cinematográfico fácil de digerir, pero eso es precisamente lo que la hace relevante. Santiago Mohar Volkow construye una obra que se aleja de las fórmulas tradicionales del cine mexicano contemporáneo, apostando por la libertad creativa, el riesgo y la provocación.

La mezcla de humor negro, reflexión social y una narrativa colaborativa convierte a esta película en un ejercicio cinematográfico necesario, que abre la puerta a nuevas formas de contar historias sobre México y su relación con el exterior. Con un elenco comprometido, un proceso de rodaje innovador y un mensaje contundente, “Buen Salvaje” se posiciona como un referente del cine independiente nacional.

En un panorama donde la comedia suele servir solo para entretener, esta propuesta demuestra que reírse también puede ser un acto de rebeldía y crítica social.

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