
Chuck Mangione, el carismático trompetista y compositor estadounidense que acercó el jazz a millones con su estilo cálido, melódico y accesible, falleció a los 84 años. La noticia fue confirmada este jueves por su familia, quienes informaron que el músico murió en paz, rodeado de sus seres queridos, en su natal Rochester, Nueva York.
Mangione, una figura icónica de la música instrumental de los años 70 y 80, es recordado especialmente por su tema más célebre, “Feels So Good”, que en 1977 rompió esquemas al posicionarse en los primeros lugares de las listas de popularidad, algo poco común para una pieza de jazz en ese momento. Con su inseparable fliscorno (flugelhorn), un instrumento similar a la trompeta, logró un sonido tan envolvente que incluso quienes no eran fanáticos del género terminaban tarareando su melodía.
¿De qué murió Chuck Mangione?
De acuerdo con los primeros informes de la familia y de la funeraria que recibió su cuerpo, el músico murió mientras dormía: “La historia de amor de Chuck con la música se ha caracterizado por su energía sin límites, su entusiasmo descarado y la alegría pura que irradiaba desde el escenario”, dijo su familia en un comunicado
Ganador del Grammy en 1979 por “Children of Sanchez”, Chuck Mangione fue un puente entre el jazz tradicional, el pop y la música de fusión. Su carrera se extendió por más de cinco décadas, trabajando con grandes nombres como Art Blakey, Dizzy Gillespie (su mentor), y formando parte de la legendaria banda Jazz Messengers. Pero también fue solista, compositor de bandas sonoras y hasta personaje animado: tuvo una aparición recurrente en la serie King of the Hill, donde se interpretaba a sí mismo en clave de humor.
Un talento que trascenderá en la historia musical
Más allá de los premios o el reconocimiento comercial, Mangione será recordado por su capacidad para transmitir alegría y nostalgia en una sola nota. Su música era como un paseo al atardecer: luminosa, íntima, y siempre sincera. Le hablaba tanto al oído entrenado del jazzero como al corazón de quien lo descubría por casualidad en la radio.
En sus últimos años, Mangione había reducido sus apariciones públicas, pero nunca dejó de tocar. “La música es la forma más pura de compartir amor”, solía decir. Ese amor, el que puso en cada una de sus composiciones, es ahora su legado.
Descanse en paz Chuck Mangione, el hombre que nos enseñó que el jazz también puede sentirse... muy bien.
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