Escenario

Entrevista | Israel’s Arcade nos relata en esta entrevista para Crónica Escenario cómo fue la experiencia y el proceso creativo detrás de ‘Pray For Rain’, su más reciente trabajo discográfico

“El desierto me enseñó a amarme”: Israel’s Arcade presenta su nuevo disco ‘Pray for Rain’

Israel's Arcade
Israel's Arcade Foto: @dvmienlpz

El desierto no solo es un paisaje, es un espejo. Así lo entiende Israel Pinedo, líder de la banda californiana Israel’s Arcade, quien acaba de lanzar Pray for Rain, un álbum nacido en el corazón de Joshua Tree y grabado en la casa de su infancia. Entre la crudeza del calor y la calma del silencio, el músico encontró no solo la inspiración para escribir, sino también una reconciliación con su propia historia.

“Nosotros venimos del desierto”, cuenta en entrevista. “Crecí en el valle de Coachella, pero ahí a veces olvidas dónde estás porque es tan poblado que parece ciudad. Ir a Joshua Tree fue escaparme aún más, ver con otros ojos lo que había ignorado de niño: lo especial que es el desierto. Antes lo odiaba porque era demasiado caliente, porque no había mucho que hacer… pero ahora entendí que la gente viene aquí a encontrarse, a buscar paz. Yo también tuve que aprender a abrazarlo y amarlo”.

Ese reencuentro con sus raíces permea en todo el disco. Pray for Rain se escribió en una casa rentada en medio del desierto, donde la banda convivió intensamente durante una semana: “Fue muy especial porque estábamos lejos de todo, todo giraba en torno a crear arte. Reíamos juntos, bebíamos juntos, incluso lloramos juntos en una ocasión. Esa intensidad se trasladó directo a la música”.

El desierto, dice Pinedo, representa una dualidad: feroz y pacífico al mismo tiempo. “Puede ser un lugar tranquilo y hermoso, pero también brutal, uno de los más calientes de la Tierra. Necesitas resiliencia para sobrevivir ahí. Eso mismo inspiró el álbum: canciones que tienen partes suaves y melódicas, y de pronto se vuelven intensas y agresivas, como el propio desierto”.

Pero si Joshua Tree fue la semilla, el alma del álbum está en un lugar aún más íntimo: la casa de su abuela, Delia Dolores, en su pueblo natal. Tras años de estar rentada, Pinedo decidió recuperarla y convertirla en estudio casero. “Ese fue el primer lugar donde toqué la guitarra y la batería. Quería reconectar con ese niño, con mis raíces. Transformamos la casa: batería en la sala, mantas en las paredes, amplis en los cuartos. Alex Rogers produjo y grabó con nosotros ahí. El sonido es más tosco que en un estudio impecable, pero es real y es nuestro”.

La banda Israel's Arcade
Israel's Arcade Foto: @dvmienlpz

La honestidad atraviesa también las letras: el disco aborda la depresión, el aislamiento, el dolor de la pérdida y el peso del estancamiento, pero sin dejar de lado la luz. “Siempre tengo que incorporar esperanza”, explica. “Es difícil para mí escribir una canción que no se resuelva al final. La música es tan poderosa que puede hundirte o levantarte. Si con mis canciones logro que alguien sienta, aunque sea un poco de esperanza, eso es hermoso”.

La inspiración de Pinedo no se limita a la música: literatura, cine y frases atrapadas al vuelo se convierten en canciones. De ahí nacen títulos como Rumblefish o Mysterious Skin, ambos inspirados en películas. “Siempre tengo mis notas abiertas, cualquier cosa que me llama la atención la escribo. Es mi trabajo como artista mantener los ojos abiertos”.

Al preguntarle qué espera que la gente se lleve de Pray for Rain, el músico hace una pausa. “Espero que los ayude a hacer lo que yo hice: reconectar con la infancia, cuidar a ese niño interno. Creo que la mayoría de nuestros traumas de adultos vienen de ahí, de cosas no resueltas. Y también espero que algún día la gente venga al desierto, lo experimente, lo sienta. Porque ahí es donde florece todo”.

Con Pray for Rain, Israel’s Arcade entrega más que un disco: un viaje hacia la raíz, una carta de amor al desierto y un recordatorio de que la resiliencia, como la lluvia en tierra árida, siempre encuentra la manera de florecer.

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