
¿Sabías que varias de las caras más reconocidas del cine, la televisión o incluso concursos de belleza comenzaron su camino con una bata blanca en lugar del reflector? ¿Cuántas veces no hemos dado por hecho de que las celebridades incursionaron en el mundo de la farándula como si hubiese sido la primera opción en sus mentes?
Te sorprenderías al saber que no todo ha sido así. Por ello, aquí te compartimos historias fascinantes de actores, actrices y figuras públicas que, aunque se hicieron famosas por su talento artístico, guardan un pasado (o presente) ligado a la medicina.
Ken Jeong
Uno de los ejemplos más emblemáticos en Hollywood. Ken Jeong obtuvo su título de médico en 1995 en la University of North Carolina at Chapel Hill, y tras completar su residencia en medicina interna, ejerció como médico en Los Ángeles.
Sin embargo, en paralelo a su práctica médica comenzó a actuar en clubes de comedia. Con el tiempo el humor ganó la partida: su nombre explotó en taquilla con éxitos como la saga The Hangover y la serie Community.
Aunque dejó de ejercer formalmente, Ken no ha olvidado su pasado: en entrevistas recientes confesó que su formación le ha servido incluso para reaccionar ante emergencias en sets de filmación.

Mayim Bialik
Tal vez la recuerdes por su icónico papel de la neurobióloga Amy Farrah Fowler, en la serie The Bing Banf Theory. No obstante, luego de terminar la serie’Blossom’ tomó un descanso de la actuación para concentrarse en terminar su carrera.
Bialik demostró desde joven un interés profundo por la ciencia, lo que la llevó a estudiar neurociencia en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). En 2000, obtuvo un doctorado en neurociencia con una tesis sobre la neurobiología de la obesidad en adolescentes, un tema en el que se ha mostrado particularmente interesada.
Por si fuera poco, Bialik ha utilizado su fama para promover la ciencia, especialmente en plataformas como su podcast “Mayim Bialik’s Breakdown”, donde aborda temas de psicología, neurociencia y bienestar emocional con invitados expertos. Además, en 2017 lanzó su libro “Girling Up: How to Be Strong, Smart and Spectacular”, que mezcla consejos para jóvenes con su perspectiva como científica.

George Miller
Seguramente ubicas perfecto a George Miller, el visionario director detrás de la icónica saga Mad Max, más conocido por su capacidad para llevar la acción y la distopía a la pantalla grande, pero pocos saben que su formación académica se basa en la neurociencia.
Antes de convertirse en uno de los cineastas más influyentes de la industria, Miller estudió Medicina en la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia, especializándose en neurocirugía.
Aunque muchos lo asocian con la adrenalina de las persecuciones a alta velocidad y el caos de mundos post-apocalípticos, su formación en neurociencia ha jugado un papel clave en la forma en que aborda la dirección de sus películas.
Este cruce entre la ciencia y el cine no es algo que muchos directores logren, pero Miller ha logrado, de manera única, usar su conocimiento sobre la mente humana para crear no solo grandes historias, sino también experiencias cinematográficas

Graham Chapman
Graham Chapman, uno de los miembros más emblemáticos de los Monty Python, es más conocido por su talento cómico y su participación en proyectos de la comedia británica, como Monty Python’s Flying Circus y La vida de Brian. Sin embargo, pocos conocen un aspecto menos famoso de su vida: su formación en medicina y neurociencia.
Antes de convertirse en uno de los genios del humor más influyentes de su tiempo, Chapman estudió medicina en la Universidad de Cambridge. De hecho, se graduó como médico en 1967, especializándose en neurociencia. Aunque su carrera como médico nunca despegó de forma convencional, la influencia de sus estudios en la biología humana se reflejó en la forma en que abordó la comedia y los personajes.
Su comprensión de la mente humana, las emociones y el comportamiento social le permitió crear personajes complejos y situaciones absurdas que tocaban, de manera paródica, los aspectos más profundos de la condición humana.

Octavi Pujades
Octavi Pujades, más conocido por su carrera como actor y director en el ámbito del cine y la televisión, ha logrado cautivar al público con su carisma y versatilidad en cada uno de sus proyectos. Sin embargo, lo que pocos saben es que detrás de su éxito artístico, Pujades posee una formación académica en un campo bastante diferente: la neurociencia.
Antes de sumergirse en el mundo de la interpretación y la dirección, Octavi Pujades comenzó su camino académico en el ámbito de las ciencias, específicamente en neurociencias. Estudió en la Universidad Autónoma de Barcelona, donde se centró en entender el cerebro humano y las complejidades del sistema nervioso.

Su formación en este campo fue fundamental para desarrollar su capacidad para observar el comportamiento humano desde una perspectiva única, algo que ha utilizado a lo largo de su carrera para crear personajes y situaciones con una profundidad psicológica notable.
En diversas entrevistas, ha mencionado cómo su comprensión de la psicología y las emociones humanas ha sido una herramienta invaluable en su trabajo como director.
Estos ejemplos demuestran que la medicina y el arte no están reñidos: algunas personas aprovechan la disciplina, la empatía y la formación científica como base y luego encuentran su voz en la actuación.