BúsquedaLa reunión, pactada originalmente para las 6 de la tarde en la Ciudad de México, incluía todos los gobernadores (Pablo Lemus fue de los primeros que confirmó su presencia) y sectores productivos del país, pero terminó cambiando de horario y se desarrolló al mediodía en la misma sede, el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México.
La razón del cambio es transparente: Trump no traspasó en su anuncio arancelario los limites del T-MEC; habló mal de la relación comercial con México, pero no lanzó ningún misil definitivo contra él.
El anuncio, entonces, podía centrarse en temas propositivos para impulsar la economía mexicana, dejando de lado las respuestas que se habían preparado en caso de que Trump aplicara aranceles directos contra los productos mexicanos.
De hecho, al final de su ceremonio del Día de la Liberación, como denominó a la imposición arancelaria contar países de todos los continentes, la Casa Blanca prorrogó la pausa a otros aranceles destinados a México y Canadá.
Pablo Lemus estuvo presente en la Ciudad de México y explicó que la reunión era importante al tratarse de respuestas que se planteaban luego de conocer los anuncios del presidente estadunidense.