Por cómo se ha manejado el tema de los comerciantes del Parque de la Revolución (conocido como Parque Rojo) por parte del Ayuntamiento de Guadalajara encabezado por la primera presidenta electa Verónica Delgadillo, regidores de la fracción edilicia de Morena consideran que se comportan de manera clasista.
La regidora Mariana Fernández señala que es entre mil y mil 500 comerciantes los que han sido desplazados bajo el argumento de una remodelación relacionada con el Mundial 2026, sin embargo, “los dejaron estar ahí por años y ahora los tratan como delincuentes”, reclama.
La regidora denunció un operativo policial que calificó de excesivo durante una manifestación que concluyó con la detención de nueve personas, la mayoría mujeres: “Nos hubiera encantado que esos nueve detenidos fueran delincuentes que están matando y asaltando Guadalajara, no personas que sólo pedían poder trabajar”, lamenta.
Por su parte, el regidor Juan Alberto Salinas Macías acusa al jefe de gabinete, Bernardo Fernández, de apropiarse del control del espacio público para beneficiar a intereses privados del Country Club, en detrimento de los sectores más vulnerables, considera que regresó a Guadalajara “la opresión, las vallas, la malla ciclónica, la ciudad de los privilegios”.
Otro punto por el que ambos regidores se pronunciaron es el desabasto de agua en la ciudad, Salinas Macías arremete contra el Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Siapa), al que califica como: “ineficaz, inepto y corrupto”.
Mientras que Mariana Fernández presentas un listado de colonias afectadas por la falta de agua en la última semana y criticó la falta de acción del gobierno encabezado por la alcaldesa Verónica Delgadillo: “No defiende a Guadalajara ante el Siapa, sólo protege su imagen en foros internacionales”, en referencia a su reciente participación en un evento en Panamá.
En tanto que la regidora Teresa Naranjo, subraya que el desabasto de agua constituye una violación a los derechos humanos.