“Mi andar de siglos se desliza etéreo. Soy lo que corresponde a un ente tácito, recorriendo las hermosas calles empedradas y desniveles de esta comarca. Una tierra de dioses reemplazados, casi olvidados, pero bendecida por ser el punto exacto de un portal ancestral que vincula el cielo con el mundo mortal…”.

Tuve la oportunidad de conocer a Antonio Ramírez Mora, Toñeke Mora, gracias a una afortunada casualidad: El autor tapatío Ramón L. Morales ganó en Fóbica, festival de terror, nuestro Bazar de Horrores en la categoría de Cuento y, precisamente, Toñeke fue el talentoso elegido para llevar a cabo las inquietantes pero bellísimas ilustraciones de “Luz, un relato gótico” en una preciosa y memorable edición de lujo.
Arquitecto de profesión por la Universidad de Guadalajara y Maestro en Administración Pública por el Instituto de Administración Pública del Estado de Jalisco, Mora es Docente en Arquitectura y Arte. Ha trabajado en proyectos de diversos géneros arquitectónicos como: habitacional, comercial y hotelero, entre otros. Artista Plástico, ha expuesto piezas pictóricas y de ilustración, tanto dentro como fuera del país.
En 2021, presentó su primer cuento ilustrado “Pepe Luna” (Señor Valdéz Editorial, 2021): libro con más de cincuenta ilustraciones que acompañan una increíble historia ambientada en el Michoacán del México Colonial y que tiene como protagonista a un niño con cara de Luna:
“Personaje noble, fantástico y singular que, a través de su mirada y a manera de un realismo mágico contemporáneo, nos acerca a una nación que surge de los ideales y la libertad…”.
Ilustrador de cuentos y poemarios de otros autores, Mora destaca desde siempre por su compromiso y corazón como un único trazador de mundos, donde su pasión por la historia, el arte, el rescate y el resguardo de la identidad convergen.

En “Camposanto. Kúmanchikua. Capítulo 1.” (GraMo Editores), Toñeke nos brinda la oportunidad única de acompañar a La Muerte; sí, a la mismísima muerte, durante una jornada entera en su peregrinar por la bella zona lacustre del lago de Pátzcuaro y en plena festividad de Día de Muertos, entre altares coloridos y la quietud del lago.
En este primer capítulo de lo que ya promete ser una inolvidable serie, el lector tendrá carta abierta para escuchar las reflexiones íntimas de la Parca durante la mañana; será testigo de sus pensamientos sobre la efímera existencia humana, su ineludible presencia y su propio papel trascendental.
“Camposanto…” nos ofrece una mirada profunda y poética sobre la vida, la pérdida y el misterio que envuelve a ambas…