En medio de un clima de creciente tensión, estudiantes de diversos centros universitarios de la Universidad de Guadalajara (UdeG) se han organizado en asambleas, mítines y marchas que podrían derivar en una huelga general. Sus principales demandas son la democratización de la institución, la mejora de sus condiciones escolares y el desconocimiento de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), a la que acusan de ser un organismo represor que no representa los intereses reales del alumnado.

Las movilizaciones comenzaron a intensificarse luego de un violento desalojo ocurrido la noche del 10 de septiembre en la torre de Rectoría. Decenas de estudiantes habían ingresado de forma pacífica a la planta baja del edificio para exigir la suspensión de las elecciones del Consejo General Universitario (CGU), máximo órgano de gobierno de la UdeG. Según señalaron, dicho consejo solo responde a los intereses del grupo político que ha controlado a la institución desde que, en 1989, el fallecido Raúl Padilla López llegó a la rectoría.
Desalojo violento en Rectoría
De acuerdo con testimonios de los jóvenes, permanecían en el vestíbulo a la espera de ser atendidos por la rectora general Karla Planter cuando un grupo de trabajadores universitarios —todos hombres adultos y algunos identificados como docentes— los sacó a empellones y golpes. En videos difundidos ampliamente en redes sociales se aprecia a guardias de seguridad y personal administrativo desalojando a los estudiantes, e incluso a uno de ellos, identificado por los manifestantes como José Antonio González Morales, lanzando puñetazos para obligarlos a retirarse.
La administración universitaria justificó la acción argumentando que los empleados solo querían salir del edificio al finalizar su turno laboral, aunque los estudiantes señalaron que existían otras salidas por donde pudieron retirarse sin necesidad de agredirlos. Asimismo, autoridades universitarias afirmaron que no se trataba de alumnos, sino de “encapuchados” posiblemente ajenos a la comunidad; sin embargo, los estudiantes denunciaron que se trató de un grupo de choque enviado para reprimirlos, práctica que, aseguran, tiene antecedentes en la historia de la UdeG.

El episodio, ocurrido en un ambiente de alta tensión, logró unificar a diferentes grupos disidentes y detonó una serie de asambleas estudiantiles en varios campus de la red universitaria.
Demandas de fondo: igualdad, infraestructura y representación real
Además de exigir la cancelación de las elecciones del CGU, los estudiantes reclaman cambios profundos en su vida estudiantil cotidiana. Entre sus demandas destacan:
- Campus dignos, con salones en buen estado, baños con tuberías funcionales y maestros suficientes para cubrir todas las materias.
- Un cambio de representación estudiantil, ya que —según señalan— en una encuesta realizada cercana a las elecciones, la mayoría del alumnado expresó que la FEU ya no los representa.
- Atención urgente a las problemáticas de salud mental y seguridad en los campus.
Los estudiantes han visibilizado en redes sociales su descontento, publicando testimonios y fotografías, y cuestionando directamente a las autoridades universitarias: “¿Esta es la forma en que tratan a su alumnado?”.
Explican que si bien en las primeras protestas algunos se cubrieron el rostro, lo hicieron por temor a represalias, ya que la Universidad posee todos sus datos personales —desde acta de nacimiento hasta domicilio— y temen ser identificados por el simple hecho de exigir igualdad y mejoras.
También han denunciado una fuerte desigualdad entre planteles. Señalan que el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) cuenta con salones equipados, servicios e instalaciones modernas, mientras que otros centros operan con graves carencias. Esta disparidad, aseguran, ha comenzado a generar incomodidad y molestia entre el alumnado.
CUCSH Belenes, uno de los campus más activos en el movimiento, ha sido señalado como ejemplo del abandono institucional: recientemente enfrentó una epidemia de chinches, hay profesores que siguen en nómina pero no se presentan en todo el semestre, y no existe atención adecuada a la salud mental, con al menos tres reportes de suicidio en dos años. El caso más reciente fue el de una estudiante que se quitó la vida al saltar del edificio A del CUCSH Belenes.
Actualmente, este plantel se encuentra en paro. El alumnado ha decidido no asistir a clases como forma de manifestar su inconformidad y exigir soluciones inmediatas.
Asambleas y protestas en varios campus
El 11 de septiembre, estudiantes de los centros universitarios de Ciencias de la Salud (CUCS), Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) y del Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá) realizaron asambleas simultáneas para organizar el inicio de una huelga general. En el CUCSH y CUTonalá instalaron barricadas con pupitres y escritorios para celebrar las asambleas, mientras que en el CUCEI realizaron una marcha interna en apoyo a las movilizaciones.
Ese mismo día, otro grupo de estudiantes marchó por la avenida Parres Arias, en Zapopan, hasta llegar al CUCSH, donde anunciaron que pernoctarían para iniciar de facto la huelga. Según denunciaron, un nuevo grupo de choque intentó impedirlo lanzando golpes e incluso sillas para dispersarlos, lo que aumentó la tensión entre ambas partes.

Los estudiantes participantes se identificaron como integrantes de la Unión de la Juventud Revolucionaria de México, el Movimiento Estudiantil CUCEI, la Asamblea Estudiantil CUCS y el colectivo Ya Basta CUCBA, quienes buscan conformar una asamblea interuniversitaria que sustituya el papel de la FEU, organización de la que han surgido varios de los actuales líderes de la UdeG, incluido el exrector Ricardo Villanueva, hoy subsecretario de Educación Superior del gobierno federal.
Tanto los estudiantes inconformes como las autoridades universitarias anunciaron que presentarán denuncias penales por las agresiones ocurridas durante el desalojo. Mientras tanto, la tensión sigue en aumento, especialmente en el CUCSH, donde los estudiantes han advertido que de no recibir respuesta a sus demandas, iniciarán formalmente la huelga general que ya preparan en varios planteles.