Tlalpan, Iztapalapa y Gustavo A. Madero son las alcaldías más afectadas por inundaciones, congestión vial y problemas sanitarios debido a fugas de agua en la capital. Las principales causas de este problema son la antigüedad de la infraestructura, suelos agresivos que dañan las tuberías, los movimientos telúricos que afectan las redes hidráulicas, y las tomas clandestinas que deterioran aún más las conexiones, según Víctor Javier Bourguett Ortiz, titular de la Dirección General de Agua Potable del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex).
“Como todas las redes de todo el mundo, el principal problema muchas veces es la edad de la tubería. En promedio, tenemos tuberías de entre 60 y 80 años en operación, diseñadas originalmente para durar entre 30 y 40 años. Sin embargo, la tasa de renovación en México es de apenas el 1.5% anual, lo que contrasta con países como Japón, que renuevan el 10% de sus redes cada año”, destacó Bourguett Ortiz en entrevista con Crónica.
De acuerdo con el funcionario, este deterioro provoca fisuras y rupturas constantes, lo que desencadena las fugas. A ello se suman otros factores, como los suelos agresivos en ciertas zonas de la ciudad que afectan aún más la infraestructura, como ocurre en la franja que va de Gustavo A. Madero a Tláhuac.
Otra variable en la proliferación de fugas en algunas demarcaciones es el robo de agua. Las tomas clandestinas y las conexiones ilegales no solo son un problema en términos de pérdida de agua, sino que también contribuyen al deterioro de las instalaciones hidráulicas. Bourguett también comenta que “el robo de agua, aunque no es el único factor, sí contribuye a la vulnerabilidad de la red, ya que las conexiones no son hechas con materiales de calidad, lo que genera fugas adicionales”.
Además de estos factores, el incremento de la presión en las tuberías durante ciertos días, especialmente los fines de semana, genera rupturas y hace que el agua se derrame, contribuyendo a inundaciones y otros daños. Las autoridades locales han identificado que en muchas ocasiones las fugas se intensifican durante los días de mayor demanda en zonas marginadas.
Tlalpan: un caso emblemático de las fugas de agua
En la alcaldía de Tlalpan, las fugas de agua son una preocupación constante para los habitantes, quienes denuncian que algunas fugas tardan hasta 20 días en ser atendidas, y en ocasiones, las reparaciones no resuelven el problema de fondo. Las fallas en el sistema hidráulico en esta demarcación están relacionadas no solo con la antigüedad de las tuberías, sino también con la falta de mantenimiento adecuado y con la infraestructura hidráulica improvisada que fue instalada por los propios vecinos.
En Tlalpan, muchas de las viviendas tienen conexiones domiciliarias que no fueron construidas por las autoridades, sino por los propios residentes de las colonias. Estas instalaciones informales no siempre cumplen con los estándares de calidad necesarios, lo que contribuye a la aparición de fugas y hace más difícil la reparación de las mismas. Bourguett Ortiz explicó que “en Tlalpan, la infraestructura fue en su mayoría construida por los propios habitantes, lo que genera un panorama complejo a la hora de dar mantenimiento, ya que no contamos con un registro claro de todas las conexiones”.
Uno de los casos más recientes en Tlalpan ocurrió en la colonia Pedregal de San Nicolás el pasado 10 de septiembre, donde una fuga de grandes dimensiones, conocida como “megafuga”, fue visible desde varios kilómetros de distancia.
Carlos Rodríguez, habitante de la colonia Pedregal de San Nicolás en Tlalpan, comentó: “La fuga en nuestra colonia fue tan grande que el agua cubrió las calles durante más de tres días. Reportamos la fuga, pero la respuesta de Sacmex fue muy lenta. Los vecinos tuvimos que lidiar con la inundación, que causó problemas en los coches y dificultó la circulación. Es frustrante porque es un problema recurrente en la zona”.
Por su parte, Laura Arizmendi, residente de Iztapalapa, mencionó que en su colonia las fugas son un problema cotidiano: “En Iztapalapa, las fugas son constantes, y a veces el agua se desperdicia durante días. Las autoridades no llegan a tiempo, y las calles se convierten en ríos. Es un problema de infraestructura que debería solucionarse, porque ya no podemos seguir así”.
No obstante, pese a los sañalamientos de vecinos hacia Sacmex, el funcionario aclaró que están realizando diversas mejoras en favor de los capitalinos.
“Estamos renovando infraestructura, trabajando en modular presión y en atender más rápido las denuncias. También estamos renovando infraestructuras, invirtiendo en dar mantenimiento a las instalaciones, cambiando en unidades habitacionales la forma de trabajar, ayudándoles a que renuevan la infraestructura hídrica, que han sufrido mucho en estos tiempos de que tenemos menos agua disponible. En fin, estamos trabajando en muchos conceptos”.
Soluciones y propuestas de mejora
A pesar de los esfuerzos del Sacmex, como la intervención rápida con equipos especiales conocidos como “tormentas”, que se desplaza al lugar en motos para evaluar la situación y definir si la fuga requiere intervención inmediata, la falta de recursos y la infraestructura obsoleta siguen siendo los principales obstáculos.
Bourguett Ortiz reconoció que el tiempo promedio de reparación de una fuga depende de su magnitud. En el caso de las fugas pequeñas, como aquellas en tomas domiciliarias, de entre media pulgada y cuatro pulgadas, el tiempo de reparación es de entre 6 y 8 horas, mientras que las fugas más grandes, como las de 20 a 72 pulgadas, pueden tardar hasta un día o más debido a la complejidad de los trabajos, que incluyen el cierre de válvulas y el drenado de las tuberías. Sin embargo, la rehabilitación de la infraestructura de agua potable es una tarea de largo plazo.
“Lo ideal sería renovar al menos el 2% de la infraestructura cada año. Si lográramos hacerlo, en 50 años tendríamos una infraestructura completamente renovada”, señaló Bourguett Ortiz. Sin embargo, reconoció que para esto se necesita una inversión considerable que aún no está disponible, debido a la falta de recursos destinados a la modernización de la red hidráulica.
A nivel local, las autoridades y los vecinos de Tlalpan han comenzado a trabajar en conjunto para mejorar la infraestructura, aunque este tipo de proyectos requieren un proceso gradual y la cooperación de la comunidad.
“Lo ideal es ir renovando las tuberías poco a poco, pero sabemos que no es un proceso fácil. Hay que lograr un acuerdo con los vecinos para que comprendan la importancia de las reparaciones y las renuevas”, concluyó Víctor Bourguett Ortiz.