Activistas del colectivo “Cultura Sin Tortura” lograron entregar personalmente a la jefa de Gobierno, Clara Brugada, la iniciativa ciudadana que promovieron para la prohibición de espectáculos públicos y privados con animales: específicamente corridas de toros, novilladas, becerradas, rejoneo, tientas y peleas de gallos.
Para el colectivo era de suma importancia entregar la iniciativa en manos de la mandataria pues avala la voluntad de más de 50 mil ciudadanos; además de precisar la propuesta de Ley, también incluye análisis económicos, laborales, del Seguro Social y el sustento jurídico puesto que existen sentencias de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que avalan la prohibición de las corridas de toros.
Durante el breve encuentro, la mandataria capitalina se comprometió a pedir a las y los diputados que escuchen al colectivo, cuya iniciativa cumple con el respaldo suficiente —27 mil 442 firmas— para que el tema sea considerado por el Congreso de la Ciudad de México.
“Confiamos en su gobierno animalista y tenemos todos los argumentos legales, económicos y laborales; pedimos seriedad por parte del Congreso”, aseguró la activista a la mandataria.
Sofia, la activista que se encargó de entregar la iniciativa Brugada, comentó a la jefa de Gobierno que el día que el colectivo se reunió con la Comisión de Puntos Constitucionales e Iniciativas Ciudadanas (del Congreso local) hubo muchos diputados faltistas, entre ellos Martha Ávila y Valentina Batres; otros diputados como Xóchilt Bravo y Juan Rubio Gualito permanecieron en la reunión unos minutos y luego la abandonaron.
“Confiamos en que van a escuchar a pueblo, que quiere un Gobierno sin corridas de toros”, comentó Sofia.
La jefa de Gobierno escuchó muy atenta y aseguró: “Yo voy a pedirle a los diputados que los escuchen”.
El colectivo detalló a este diario que fue injusto que hubo muchos legisladores faltistas y desinteresados en el tema el día la reunión (que no duró más de una hora) con la Comisión de Puntos Constitucionales e Iniciativas Ciudadanas.
Destacaron que el día en que dicha Comisión se reunió con la sociedad taurina, no hubo faltistas y duró mucho más tiempo. Los activistas revelaron que temen que haya intereses personales de algunos de los integrantes de los grupos parlamentarios que cuentan con negocios relacionados con la tauromaquia.