
Las corridas de toros sin sangre fueron aprobadas en lo general y en lo particular con 61 votos a favor, uno en contra y cero abstenciones; se trata de un día histórico en el Congreso de la Ciudad de México, por primera vez se discutió una iniciativa ciudadana y también se subió al pleno un dictamen relacionado con las corridas de toros, un tema que no había podido avanzar tanto después de décadas de discusión.
Este acontecimiento marca un antes y un después de la Monumental Plaza de Toros México —considerada la más grande del mundo— ya que luego de 79 años se prohibirá el derramamiento de sangre en el ruedo. Ahora las corridas estarán basadas en un modelo sin violencia que preserva la integridad del toro de lidia, no se podrán utilizar objetos punzocortantes y el animal tendrá que regresar vivo a la ganadería o a su propietario.
Actualmente hay cinco estados de México donde se prohíbe la tauromaquia: en Sinaloa, Sonora, Coahuila, Quintana Roo y Guerrero. Con el dictamen aprobado este 18 de marzo, la capital es la única entidad que permitirá las corridas de toros sin sangre.
La iniciativa propuesta por los ciudadanos buscaba que la fiesta brava se prohibiera totalmente; fue la jefa de Gobierno, Clara Brugada, quien propuso mantener el espectáculo, pero bajo principios que procuran el bienestar animal, que evitan el maltrato y el derramamiento de sangre en el espectáculo taurino.
Taurinos bravos por corridas sin violencia
El debate se dio en un ambiente de tensión, afuera del recinto legislativo, el gremio taurino se manifestaba exigiendo un nuevo dialogo, libertad de expresión, y también con reclamos a las y los diputados, tachándolos de ignorantes, incluso, acusaron al diputado Pedro Haces (empresario taurino) de traidor.
Antes de iniciar el debate, algunos de los integrantes de este grupo derribaron las vallas, que resguardaban el lugar, para poder ingresar al recinto, el acto provocó una riña con elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

Coinciden legisladores
Los legisladores que participaron en el pleno destacaron el hecho histórico que representa una iniciativa ciudadana y también celebraron que la Ciudad de México se pone a la vanguardia en la protección de los derechos de los animales con una propuesta que busca la evolución de la tauromaquia y no su desaparición.
La mayoría coincidieron en que quitarle la vida a un animal, por mero entretenimiento, es inaceptable. En que no hay cultura en el sufrimiento, ni puede haber tradiciones inspiradas en la crueldad y señalaron que el gremio taurino fue considerado por el Gobierno capitalino al permitir que el evento se siga realizando, pero sin la tortura.

Sólo un diputado del PAN consideró que la iniciativa era “tibia, mediana, gris y mediocre” pues se tenía que apoyar la prohibición total de las corridas de toros, ya que lo único que se logra con el nuevo modelo es darle una muerte lenta a la fiesta taurina. Ejemplificó que el espectáculo se convertía en uno similar al de un circo con animales, y destacó que el problema no se resolvía de fondo.
Es el principio del fin del maltrato animal en la CDMX
El diputado Jesús Sesma, del Partido Verde, aseguró que este día representa un paso gigantesco que garantiza el trato digno y respetuoso que por siglos les ha sido negado a los toros. Y, pese a que se buscaba la prohibición del evento, celebró que esta decisión es “el principio del fin de la tauromaquia y del maltrato animal en México”.
Recordó que han sido años en la lucha para eliminar la crueldad animal y precisó que el gremio taurino no puede decir que no ha habido dialogo.
Taurinos se quedaron en el pasado
“Han sido décadas de diálogo con los taurinos y simplemente no han querido negociar, entender, ni comprender. Se quedaron en el pasado”, comentó en el pleno.
“Piden respeto por un evento de crueldad y muerte... Pero no puede haber respeto sobre un asunto que sólo quiere prolongar la crueldad y el sufrimiento animal convertido en espectáculo”.
Sesma aseguró que las corridas de toros continuarán “pero sin la tortura y sin el absurdo derramamiento de sangre y sacrificios públicos sin sentido”, y se comprometió a seguir luchando por el reconocimiento de los derechos de los animales.
Pedro Haces, el único que votó en contra de la propuesta
El diputado morenista Pedro Haces Lago, reconoció que la tauromaquia enfrenta desafíos por lo que es necesario modernizarla y adaptarla a la nueva realidad social.
Sin embargo, precisó que “la construcción de una regulación eficiente y moderna demanda consensos, diálogo honesto y un entendimiento profundo de lo que se está legislando”, por lo que manifestó su inconformidad con su voto en contra.
Haces acusó que durante el proceso de diálogo y debate ha habido posturas hipócritas y protagonismo cínico de parte de legisladores del PAN, PRI y MC, que han querido cargar una bandera o lucha que no les pertenece, “queriendo impulsar la prohibición total de la fiesta brava, a cambio de caerle bien a un sector”.
El diputado también presentó tres reservas que fueron desechadas por los demás diputados, solamente recibió el apoyo de Pablo Trejo del PRD.
Culminó su mensaje comprometiéndose a seguir luchando por una modernización verdadera, justa y eficiente. “La cultura no se censura, se entiende; porque la identidad no se borra, se transforma y porque el arte no se prohíbe, se respeta”, aseveró.
Fiesta y reclamos tras sesión
Tras la aprobación de la iniciativa, los reclamos continuaron afuera del Congreso, pero la celebración (con todo y banda) silenció los reproches, pese a que los festejos se encontraban del otro lado de la calle.
Pedro Haces salió con el gremio taurino y Jesús Sesma, junto con las y los diputados del Partido Verde, con los animalistas a celebrar el triunfo.