Metrópoli

Reprochan que el sitio retome su curso como un lugar de esparcimiento agrede la memoria de las víctimas Miguel y Berenice, ya que la poca severidad para que se le imponga la medida cerrar el parque, apuntaría a que se excluirá de cualquier sanción a los posibles imputados por los fallecimientos

“Apertura del Parque Bicentenario distraerá la investigación hacia responsables de muertes de fotógrafos”

Parque Parque Bicentenario en su primer día de reapertura. (Jorge Aguilar)

En el primer día de reapertura del Parque Bicentenario, visitantes acusan que el regreso a las actividades podría entorpecer las investigaciones para señalar a los responsables de la muerte de dos jóvenes fotógrafos, pues aseguran que los concesionarios del sitio no deberían de ser favorecidos y estar exentos de cualquier sanción, ya que no se han concluido los análisis para acusar a quien haya sido probablemente omiso en la colocación de dos grúas irregulares que cayeron sobre las víctimas.

El pasado 16 de abril, el Instituto de Verificación Administrativa (INVEA), comisionado por la alcaldía Miguel Hidalgo, retiró los sellos de suspensión de actividades, ya que, señaló la demarcación, obedece a que la suspensión se realizó al espectáculo público AXE Ceremonia 2025 y no al parque, sin embargo, por medidas de seguridad, el concesionario decidió tener el acceso limitado al público como una medida precautoria.

Igualmente, reprochan, que el sitio retome su curso como un lugar de esparcimiento agrede la memoria de las víctimas Miguel y Berenice, ya que la poca severidad para que se le imponga la medida cerrar el parque, apuntaría a que se excluirá de cualquier sanción a los posibles imputados por los fallecimientos.

El altar con veladoras, cruces y flores que los fotógrafos colocaron en el acceso al parque a manera de homenaje a Miguel y Berenice está descuidado, los objetos cayeron, algunos están rotos y las cartulinas con frases de apoyo son papeles arrugados en los que ya no es posible leer los mensajes de indignación y protesta.

Parque Zona acordonada donde ocurrieron las muertes de Berenice y Miguel. (Jorge Aguilar)

Aunque el Parque tuvo baja afluencia el día de su reapertura y notaron que la zona donde murieron aplastados los jóvenes estaba acordonada para que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) continúe con las indagatorias, los asistentes subrayaron que eso que debilita las acciones de las autoridades.

“¿Dónde está el respeto para Miguel y Berenice? Este lugar tiene que estar cerrado, con el atar que pusimos un día después de que murieron. Eso quiere decir que no les van a hacer nada, que una vez más no habrá responsables, que seguirán los eventos masivos y a los empresarios se les va a dejar hacer lo que quieran, con impunidad. En el siguiente evento van a poner otra grúa y no la revisarán; eso no es lo que prometió la Fiscalía”, dijo Héctor, un fotógrafo del grupo que ha acompañado al gremio periodístico en la lucha para que se señale a los presuntos culpables de las muertes.

“Una vez más no les importamos a las autoridades, un día después de la tragedia nos paramos aquí a protestar en contra de las autoridades que no se preocupan por nuestras condiciones de trabajo, pasaron los días y no les importó, se pelearon unos con otros (Gobiernos local y central) unos días y la gente puede venir aquí a divertirse, la pura impunidad”.

También señalaron que la prioridad para las autoridades es el flujo de las actividades comerciales que se generan con la llegada de visitantes al recinto, como comida y bebidas, sin que se guarde respeto por las víctimas y que los negocios sean lo más importante.

“Aquí se genera muchísimo dinero, desde las personas que te ayudan a acomodar los carros, hasta el que vende las bebidas. Algunos de los que vienen se acaban de enterar qué pasó (las muertes) y la razón por la que estuvo cerrado, ahora que regresan les estamos diciendo, pero si siguen llegando y nadie les informa, no se les guarda respeto a las víctimas”, mencionó un estudiante de la carrera de Comunicación y Periodismo de la Facultad de Estudios Superiores Aragón, donde realizaron su trayectoria académica los ahora fallecidos.

“Si no es por nosotros, a nadie le importa, el día que murieron los compañeros y al día siguiente fuimos lo más importante para las autoridades, diputados y a la escuela, pero ¿Cuándo volvieron a presionar para decirle a los demás el riesgo que corren los fotógrafos? Nunca. Nadie se acercó a su familia para preguntarles si necesitaban algo, comida, dinero o un abrazo”, añadió.

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