
Se cumplió un año de la muerte de María José, la última víctima de Miguel “N”, e“feminicida de Iztacalco”, tiempo el el que su madre, Cassandra, le ha reprochado a la Fiscalía capitalina que desde el 2021 la institución tenía denuncias de que el asesino podría ser el responsable de múltiples desapariciones de mujeres, sin embargo, fue hasta la última muerte que comenzaron las investigaciones, cuando de no haber sido por su valentía de enfrentar al criminal, más ciudadanas estarían muertas.
Sumado a su dolor, narró, no pudo obtener justicia dado que el proceso legal para realizarle las imputaciones penales, peritajes y toma de declaraciones presentó diversas irregularidades, en las que inclusive, el Ministerio Público dejó que pasaran fechas importantes para la entrega de avances en las indagatorias, con las que a Miguel se le señalaría de violación, no únicamente de secuestro; por lo tanto, en las próximas audiencias a las que sería sometido el feminicida, pudo haber recibido una sentencia de menos años de prisión que los merecidos a causa de las negligencias.
Miguel “N”, alias “El Feminicida de Iztacalco”, perdió la vida tras una caída y contusión dentro del Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, el pasado 13 de abril.
Afuera del Panteón Español, donde se realizó la misa para conmemorar el fallecimiento de la joven, su mamá, Cassandra, narró lo que nombraron un acto de valentía, cuando impidió la muerte de su hija el 16 de abril del 2024. Con el dolor tuvo que soportar las burlas en una llamada telefónica que les realizó Miguel “N”, días previos a su muerte, denuncia que también la Fiscalía ignoró.
“Dijo (en la llamada) que estaba triste por lo que nos había hecho, no podía creer que ya había pasado un año de lo que nos había hecho. No se arrepiente de lo que le hizo a mi hermana y mucho menos a las demás víctimas, le dije que era un asesino y él soltó una carcajada”, dijo Fernanda, hermana de María José.
“Me aseguró que vienen más víctimas, que no solamente eran ocho. Al otro día hice mi declaración, me parece increíble que el domingo amanezca muerto. Nos enteramos de la muerte de Miguel por la televisión, la Fiscalía no se ha puesto en contacto con nosotros”, agregó su madre, Cassandra.
Inclusive, Ángela Calles, tía de María José, recordó que gracias a Cassandra, Miguel fue obligado a dejar su vida criminal, “doce años duró desapareciendo y asesinando víctimas”, subrayó.
“Ella estuvo un mes en el hospital, con 50 por ciento de probabilidad de sobrevivir, vean su cuello cómo está, nacer y vivir en México es un peligro, porque las autoridades no escuchan a las víctimas”.
“Mi hermana es una heroína, que se enfrentó cuerpo a cuerpo con él, cualquier madre lo haría, queremos respuestas. La Fiscalía la ha llamado una y otra vez para que diga qué fue lo que pasó”.
Cassandra narró el día en que observó la manera en que Miguel “N” asesinó a su hija, lugar de fallecimiento que califica como el más seguro donde se debía de sentir, es decir, su hogar.
“Mi hija murió en su propia cama, en el lugar más seguro; la dejé dormir un rato más, la encontré semidesnuda y él estaba sobre ella. Le pregunté ¿Qué le hiciste? Y me empezó a apuñalar; tuve mucho miedo porque sabía que ella hasta ahí había llegado (María José). Por un milagro sobreviví, nunca me caí, me tuvo que ahorcar para tumbarme”, dijo mientras lloraba.
Detalló que una vez que recuperó el conocimiento, abrió la puerta de su casa a los vecinos que escucharon los gritos durante el asesinaro y les indicó que se trataba de Miguel, primera vez que fue detenido.
La tía de la víctima evidenció que siempre que su defensa le cuestionaba al Ministerio Público en qué momento trabajarían para llevar el caso a un juicio y proceder a la sentencia condenatoria por las muertes, era ignorada o le notifican de fechas erróneas; en suma, la Fiscalía no las apoyó en los gastos legales y funerarios para buscar que la última víctima obtenga justicia.