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La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México informó que, a casi seis años del primer registro confirmado de la zorra gris (Urocyon cinereoargenteus), continúan los avistamientos de esta especie en las Áreas Naturales Protegidas del norte de la capital. Esta presencia persistente es considerada un signo alentador del buen estado de conservación ambiental en la región.
Gracias al Programa de Monitoreo de la Biodiversidad, implementado por la Dirección General del Sistema de Áreas Naturales Protegidas y Áreas de Valor Ambiental (DGSANPAVA), se han logrado documentar ejemplares de zorra gris mediante registros directos, fotografías y videos obtenidos con cámaras trampa, así como a través de rastros indirectos como excretas.
La zorra gris, actualmente catalogada como especie de “Preocupación Menor” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), desempeña un papel fundamental en el ecosistema. Se alimenta principalmente de conejos y ratones, contribuyendo al control natural de estas poblaciones. Además, su comportamiento carroñero ayuda a limpiar restos orgánicos, y al consumir frutos, favorece la dispersión de semillas.
El monitoreo de esta especie forma parte de una estrategia más amplia que ha permitido, desde 2021, registrar la presencia de fauna difícil de observar a simple vista, como el cacomixtle norteño (Bassariscus astutus), el tlacuache norteño (Didelphis virginiana), el conejo serrano (Sylvilagus floridanus), el zorrillo manchado sureño (Spilogale angustrifrons), el ardillón de las rocas (Otospermophilus variegatus) y el correcaminos norteño (Geococcyx californianus).
Durante 2024, también se reportaron por primera vez avistamientos de nuevas especies en la zona, entre ellas la chara verde (Cyanocorax yncas), la coa elegante (Trogon elegans), el papamoscas triste (Myiarchus tuberculifer) y el papamoscas garganta ceniza (Myiarchus cinerascens), lo que subraya la riqueza y vitalidad del ecosistema local.
El monitoreo de la biodiversidad es solo una de las acciones que SEDEMA impulsa para proteger las Áreas Naturales Protegidas. A ello se suman labores de reforestación, conservación de suelos, saneamiento forestal, recolección de residuos, y prevención y combate de incendios. Asimismo, se desarrollan actividades de educación ambiental con enfoque participativo, como talleres, recorridos guiados, visitas escolares, exposiciones, charlas, cursos y festivales, en coordinación con colectivos, asociaciones civiles y otras dependencias gubernamentales.