
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, hizo un llamado a las y los mexicanos que residen en Estados Unidos a sumar esfuerzos para evitar la aprobación del impuesto a las remesas que envían a sus familias. Y advirtió que, de ser necesario, habrá movilizaciones para expresar el rechazo a este impuesto.
Durante su gira por San Luis Potosí, la mandataria destacó que los migrantes mexicanos trabajan duro y pagan impuestos en Estado Unidos, por lo que es injusto aplicar un impuesto extra a las remesas que envían a sus familiares mexicanos, “eso no debe ser así”.
“Y vamos a seguir informando, porque de ser necesario nos vamos a movilizar, porque no queremos que haya impuestos a las remesas de nuestros paisanos de Estados Unidos a México, que atienden a los más necesitados”, precisó.
La mandataria federal añadió que los mexicanos en Estados Unidos no sólo sostienen la economía de México, sino que también contribuyen significativamente a la economía de ese país.
Pidió a los connacionales que envíen mensajes, pidiendo que no se apruebe medida impositiva a las remesas, a las y los senadores de Estados Unidos, ya que la propuesta se encuentra ahora en el Senado.
“Hicimos un llamado para que nuestros paisanos que están allá, muchos de ellos ya tienen la doble nacionalidad y siguen ayudando a sus familias, porque las mexicanas y mexicanos somos solidarios, le enviaran cartas, correos electrónicos, mensajes en sus redes sociales, a los senadores, para que les digan que no estamos de acuerdo con eso”.
Sheinbaum Pardo informó que el Gobierno de México continuará trabajando activamente en este tema y anunció que se enviará un nuevo equipo a Estados Unidos la próxima semana.
Dicho comité tendrá la tarea de hablar y negociar con los senadores y senadoras estadounidenses, así como de dialogar con la comunidad mexicana en el exterior para seguir coordinando acciones que impidan este impuesto.
Impuesto a remesas del 3.5 % ya fue aprobado
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó recientemente el proyecto de ley presupuestaria (impulsado por el presidente Donald Trump), que avala un impuesto de 3.5 por ciento a las remesas que envían migrantes desde ese país.
Este impuesto se cobraría a las personas migrantes de cualquier nacionalidad en Estados Unidos que no puedan acreditar ciudadanía estadounidense y tengan una visa temporal. Las y los ciudadanos naturalizados y residentes permanentes no pagarían este impuesto.