
Luego de las intensas lluvias registradas la tarde y noche del lunes 2 de junio, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, informó que el Plan Tlaloque —una estrategia de coordinación interinstitucional para la atención de emergencias por lluvias— funcionó conforme a lo previsto y permitió responder de manera eficaz a las afectaciones provocadas por la precipitación.
La mandataria local señaló que la capital enfrentó una lluvia generalizada con una precipitación de 73 milímetros, lo que equivale a 10.2 millones de metros cúbicos de agua, una cantidad similar al volumen total de la presa Madín. Pese a ello, dijo, no se registraron daños mayores a viviendas ni inmuebles, aunque se mantiene la supervisión en zonas específicas como el pueblo de Topilejo, en Tlalpan.
“Quiero informarles que funcionó Tlaloque, el programa que apenas el viernes habíamos dado a conocer públicamente y que consiste en la coordinación interinstitucional para garantizar la operación ante lluvias que afecten a la ciudadanía”, expresó desde la Fuente de Nezahualcóyotl, en el Bosque de Chapultepec.
Durante la jornada del lunes, se atendieron 143 encharcamientos: 77 fueron resueltos por la Secretaría de Gestión Integral del Agua, 53 por el Heroico Cuerpo de Bomberos y más de 20 por la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, con el apoyo de las alcaldías.
También se registraron afectaciones en 64 vehículos. En este caso, Brugada informó que el gobierno capitalino brindará atención directa en aquellos incidentes no cubiertos por seguros, incluyendo otras posibles afectaciones por fenómenos naturales.
Como parte de la estrategia Tlaloque, se contempla además la descentralización de servicios de emergencia para una atención más rápida y eficaz ante eventos meteorológicos.
Respecto a las afectaciones en el transporte público, la Jefa de Gobierno informó que la Línea A del Metro ya reanudó operaciones tras haberse suspendido para desalojar el agua acumulada en los cajones de vía.
El secretario de Gestión Integral del Agua, Mario Esparza Hernández, destacó que la respuesta fue considerablemente más ágil que en eventos anteriores de magnitud similar. Recordó que en 2017, bajo condiciones comparables, se reportaron cerca de 200 inundaciones, mientras que en esta ocasión los reportes graves no llegaron a 100 y fueron atendidos en menos de 12 horas.
Además, se activó el Protocolo Metropolitano de Operación del Drenaje Profundo en coordinación con autoridades del Estado de México, Hidalgo y la Comisión Nacional del Agua.
Por su parte, la titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Myriam Urzúa Venegas, aseguró que continúa el monitoreo constante del atlas de riesgo de encharcamientos, el cual contempla 141 puntos críticos en la ciudad.
Las autoridades coincidieron en que la situación se encuentra bajo control y que los trabajos de limpieza continúan como parte de las acciones posteriores a la emergencia.