
El barrio de Tepito rendirá homenaje a uno de los más grandes exponentes de la salsa: Héctor Lavoe. El próximo martes 1 de julio, el Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Cultura, realizará una fiesta sonidera para celebrar la vida y el legado del “Cantante de Cantantes” con música, baile y comunidad.
Desde las 13:00 y hasta las 20:00 horas, el cruce entre Eje 1 Norte y Avenida del Trabajo, justo afuera del Metro Tepito, será el epicentro de una jornada de alegría, sabor y ritmo con entrada totalmente libre.
En ese espacio emblemático del corazón de la colonia Morelos, se reunirán más de 20 sonideros históricos y queridos por el público capitalino para ponerle sonido y color a esta fiesta comunitaria.
Entre los nombres del cartel están La Changa, Sonido Pancho, Juventud Latina, Sonido Memín, Fiesta Latina, Salsabor, Panino, DJ Toby, Cache, Kanela, Rakonas Sound, La Changa Junior, Radio Voz de Lupita “La Cigarrita”, Adrián Díaz, Son Latino, Robocop, Memo, Disco Móvil Osvi, Pancho Jr, Ritmo Cubano, Mari Mamichiz, Francisco el Fugas, Ángel Campos y más. Todos ellos compartirán cabina y mezcladoras para hacer vibrar las bocinas en una tarde de barrio, de música viva y de orgullo cultural.
También se llevará a cabo “La Salsa Más Grande”, una coreografía masiva protagonizada por clubes de baile de toda la ciudad. Al ritmo de un remix con los temas más representativos de Lavoe, cientos de personas bailarán de manera sincronizada, tras semanas de ensayos que se llevaron a cabo en el Centro Cultural “El Rule”. Esta pieza colectiva no sólo celebra la música del puertorriqueño, sino también el talento y la pasión de los bailarines urbanos de la capital.
El homenaje forma parte de la estrategia “Un Baile por la Paz en Tepito”, una acción del programa “Territorios de Paz”, impulsado por el gobierno local como parte de una política integral para la recuperación del espacio público, la prevención de la violencia y la construcción de comunidad a través de la cultura.
La jefa de gobierno, Clara Brugada, enfatizó en múltiples ocasiones que estos proyectos buscan devolverle la dignidad a zonas históricamente estigmatizadas mediante acciones que fortalezcan el tejido social.
La fiesta también es una declaración de identidad: reconoce el papel de los sonideros como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad de México y visibiliza la cultura sonidera como una expresión legítima, poderosa y profundamente enraizada en los barrios populares.