Metrópoli

El Metro proyecta que el servicio se restablezca a lo largo de la tarde-noche

Incidente en L2 obliga a desalojar trenes y movilizar unidades de apoyo en Calz. Tlalpan

Exterior del Metro Xola de la Línea 2, luego del desalojo de usuarios por suspención del servicio

Cerca de las seis de la tarde, la rutina del viaje subterráneo por la Línea 2 del Metro, la llamada línea azul, se interrumpió. En la interestación Zócalo-Pino Suárez, dirección Tasqueña, el tren se detuvo y un humo denso, acompañado de chispas, comenzó a escapar de uno de los vagones.

Los usuarios, sorprendidos, siguieron las indicaciones del personal de seguridad industrial y protección civil: descender a las vías, avanzar con precaución y esperar instrucciones.

No hubo gritos ni pánico, solo el murmullo de quienes se cubrían la boca y la nariz con pañuelos, suéteres o la mano para evitar inhalar el humo. Algunos se sentaron en el suelo, otros miraban hacia atrás buscando a sus acompañantes.

“Al principio pensé que era un frenado más largo de lo normal, pero luego vimos el humo e indicaron que había que salir”, recordó Ana Luisa, quien viajaba rumbo a Xola.

Usuarios en vías de Línea 2 del Metro

Afuera, en la calzada de Tlalpan, comenzaba una escena distinta. El Sistema de Transporte Colectivo informó que el servicio se mantenía de forma provisional de Cuatro Caminos a Colegio Militar y que de Tasqueña a Colegio Militar se establecería un servicio alternativo con unidades de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP). Esto convirtió el tramo vial en un punto de encuentro improvisado para cientos de personas que esperaban autobuses, camionetas o cualquier transporte que los acercara a su destino.

Calzada de Tlalpan

En las banquetas, el flujo de gente era constante. Los usuarios salían de las estaciones cerradas y caminaban hasta los puntos donde las unidades de RTP recogían pasajeros. Otros, resignados a pagar un pasaje extra, abordaban los camiones que recorren Tlalpan hacia Izazaga, en dirección al Centro Histórico, o hacia el Estadio Azteca, al sur de la ciudad.

Entre el tránsito, algunas patrullas y vehículos particulares ofrecían llevar a quienes se dirigían a zonas cercanas. Una camioneta blanca, con espacio en la parte trasera, se convirtió en transporte colectivo improvisado: seis personas se acomodaron entre risas y bromas sobre el viaje no tan cotidiano.

En tanto, en el subsuelo y a las afueras los trenes permanecían detenidos. Las estaciones intermedias, habitualmente llenas a esa hora, lucían vacías, con los convoyes inmóviles y sin pasajeros.

Los técnicos de instalaciones fijas trabajaban para reparar el sistema de vías afectado, mientras el área de incidentes relevantes iniciaba una investigación para precisar las causas exactas del incidente. El reporte preliminar señalaba un posible corto circuito, sin explosiones ni incendios.

Trabajos en vías de interestación Zocalo - Pino Suárez

La autoridad del Metro estimaba que el servicio completo podría restablecerse hacia la tarde-noche, aunque para quienes ya habían iniciado el recorrido, el tiempo se medía en la paciencia de la espera.

El inconveniente en la Línea 2 coincidió con otra afectación en la Línea 3. Desde la mañana, la estación Potrero había cerrado por acumulación de agua en un pasillo debido a la lluvia. A las 05:30 horas se hizo el primer corte, y por la tarde, casi a la misma hora en que comenzó la falla en la línea azul, la estación volvió a cerrar por la misma causa. El doble cierre no pasó desapercibido para quienes hacen transbordo habitual entre ambas líneas.

De regreso a la calzada, la espera continuaba. Algunos pasajeros, tras media hora sin ver llegar un RTP, optaron por caminar hacia estaciones más lejanas o hasta encontrar un taxi. Otros, en grupos pequeños, compartieron indicaciones sobre rutas alternas, aplicaciones de transporte y horarios estimados. Un par de jóvenes comentaron que esa noche tendrían que reorganizar su trabajo, pues no llegarían a tiempo a entregar un pedido.

La jornada avanzó y, poco a poco, los puntos de aglomeración se dispersaron. A las ocho de la noche ya se encontraba activo un tramo de Cuatro Caminos hacia Hidalgo y otro que iba de Xola a Tasqueña. Las unidades de RTP llegaron con intervalos irregulares, recogiendo grupos de usuarios hasta llenarse. La lluvia, que llegaría, no fue la causante del atraso, pero sí una seña de que la movilidad de la ciudad está hecha de una compleja red que, a veces, se detiene en seco.

Trabajos en vías de interestación Zocalo - Pino Suárez

En la interestación afectada el silencio y la inmovilidad contrastan con la actividad frenética del personal técnico. Entre herramientas y cables, la reparación avanza.

Finalmente, a las nueve de la noche, el circuito fue abierto en su totalidad. En tanto, los pasajeros, ya repartidos en unidades de Metrobús, autobuses, autos y calles, se alejaron del lugar con la certeza de que, al día siguiente, volverían a descender las escaleras del Metro esperando que la línea azul vuelva a ser el camino más rápido a su casa.

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