Metrópoli

Con el proceso de fabricación de ropa se consumen millones de litros de agua y también se generan toneladas de desechos y emisiones de carbono

Congreso pone freno al “fast fashion” en CDMX

Ponen freno al fast fashion en CDMX

El Congreso de la Ciudad de México aprobó un dictamen con para frenar el “fast fashion” en la capital, con ello, se otorgan facultades a la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) para formular programas de recolección de ropa usada para su reciclaje y reutilización.

El dictamen también establece que la Sedema debe impulsar campañas de concientización que promuevan el intercambio de residuos textiles, y las alcaldías deberán ejecutar los programas de recolección de residuos textiles y difundir campañas.

El fast fashion o moda rápida es una tendencia adoptada por muchas marcas de ropa, caracterizada por la producción acelerada de prendas a bajo costo, con el objetivo de satisfacer la constante y cambiante demanda del mercado.

Con el proceso de fabricación de ropa se consumen millones de litros de agua y también se generan toneladas de desechos y emisiones de carbono.

De acuerdo con Greenpeace México, en 2021 la producción y el lavado continuo de ropa liberaron aproximadamente 500 mil toneladas de microplásticos al año en los océanos.

La presidenta de la Comisión de Preservación del Medio Ambiente, Cambio Climático y Protección Ecológica, la diputada del Partido Verde, Elvia Estrada Barba, quien presentó la iniciativa, destacó que la moda rápida o “fast fashion” ya no es sólo un fenómeno o una tendencia, sino un problema real generado por un modelo de negocio que necesita ser reconocido y atendido.

“La contaminación por prendas provenientes del fast fashion es cada vez mayor, afectando nuestros cuerpos de agua, espacios de gestión integral de residuos y nuestra cotidianidad”, dijo.

Precisó que con ello, las autoridades de la ciudad deberán generar nuevos mecanismos del manejo de prendas para que puedan tener una segunda oportunidad, o en su caso, puedan contar con una correcta disposición final.

“Estoy convencida de que la agenda de economía circular y gestión integral de residuos debe de abordar a los distintos sectores de la industria, entenderles y proponer cambios que sean progresivos, pero que también permitan que el modelo de desarrollo económico sea sostenible y sustentable”, destacó.

Tendencias