A las 4:00 de la madrugada del miércoles, las bombas cesaron de escucharse en Líbano, con el comienzo del alto el fuego, luego de un martes de bombardeos “a gran escala” en los barrios del centro y sur de Beirut y en otros puntos del país, con un saldo de al menos diez muertos.
Unas horas antes del inicio del alto el fuego, las Fuerzas de Defensa de Israel emitieron órdenes de evacuación para dos edificios ubicados al sur de Beirut, mientras que Hezbolá aseguró haber atacado con drones la residencia del jefe de la Fuerza Aérea israelí, el general de división Tomar Bar, en Tel Aviv.
Las tropas israelíes seguirán en Líbano
El portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichay Adraee, manifestó que “con la entrada en vigor del acuerdo de alto el fuego y de acuerdo con sus cláusulas, las Fuerzas de Defensa (FDI) permanecerán desplegadas en sus posiciones dentro del sur del Líbano”.
“Se prohíbe acercarse a las aldeas que las Fuerzas de Defensa han solicitado evacuar o aproximarse a las tropas de las FDI en la región. Por su seguridad y la de sus familias, absténgase de trasladarse a la zona. Les informaremos cuándo será seguro regresar a sus hogares”, aseguró el vocero.
Estas declaraciones se produjeron apenas doce minutos después del inicio del alto el fuego de 60 días entre Israel e Hizbulá en Líbano, decretado tras un acuerdo alcanzado la víspera en el que Estados Unidos y Francia.
La permanencia de las tropas israelíes es temporal y fue una condición impuesta por la parte israelí para aprobar el alto el fuego. De hecho, el plan consta de tres etapas: una tregua inicial, seguida del repliegue de las fuerzas del grupo chií libanés al norte del río Litani; la retirada total de las tropas israelíes del sur de Líbano en un plazo de 60 días; y, por último, negociaciones entre ambos países para delimitar su frontera, que actualmente corresponde a una línea trazada por la ONU tras la guerra de 2006.
Desde el estallido de las hostilidades entre Israel e Hezbolá el 8 de octubre de 2023, un día después del inicio de la guerra en la Franja de Gaza tras el ataque del grupo islamista palestino Hamás contra Israel, más de 3,800 personas han muerto y más de 15,800 han resultado heridas en ataques israelíes en el Líbano.
La inmensa mayoría de muertes, alrededor de unas 3,100, se han producido desde el inicio de la campaña de bombardeos masiva de Israel el pasado 23 de septiembre, que ha afectado principalmente a las comunidades del sur y del este del Líbano, además de los suburbios meridionales de Beirut conocidos como el Dahye.
La violencia, a su vez, ha obligado a más de 1.2 millones de personas a abandonar sus hogares, más de la mitad de las cuales han cruzado la frontera hacia Siria, de acuerdo con datos del Gobierno libanés.
Y ahora, Gaza
Los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y Estados Unidos se propusieron como garantes del alto el fuego anunciado este martes en Líbano y afirmaron que “vigilarán que sea implementado en su conjunto y aplicado”.
Tras la puesta en marcha de este alto el fuego, Estados Unidos buscará, junto con los mediadores de Turquía, Egipto y Catar, cerrar un acuerdo entre Israel y Hamás para poner fin a los bombardeos por parte de las fuerzas israelíes en el enclave y la liberación de los rehenes secuestrados por Hamás.