En sólo días el grupo salafista Hayat Tahrir al Sham (HTS) y otras facciones rebeldes aliadas han logrado penetrar en Alepo, marcando un hecho histórico en Siria: es la primera vez que fuerzas opositoras al régimen de Bachar el Asad ingresan en la ciudad desde diciembre de 2016.
Este avance se da en el marco de la operación “Disuadir la agresión”, una ofensiva inesperada que amenaza con cambiar el equilibrio del conflicto sirio.
Videos publicados en redes sociales muestran a los rebeldes entrando en barrios del oeste de Alepo como Nuevo Alepo y Al Hamadaniya, celebrando lo que llaman la “liberación” de la ciudad y pidiendo apoyo a los ciudadanos para derrotar al régimen.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), más de 50 localidades han caído bajo control rebelde en las últimas 72 horas.
Colapso de las defensas del régimen
El avance rebelde ha sorprendido por su rapidez, desplazando el frente de combate hasta 25 kilómetros en algunos puntos y cortando la estratégica autovía M-5 que conecta Alepo con Damasco.
Según analistas, el colapso de las líneas defensivas del régimen se debe a la debilitación de sus aliados clave. Rusia, enfocada en la guerra en Ucrania, e Irán, presionado por los bombardeos israelíes y su conflicto en Líbano, han reducido su apoyo militar.
Además, el abandono de equipamiento militar por parte del ejército regular sirio en su retirada ha fortalecido a las fuerzas rebeldes, que han capturado tanques, vehículos blindados y artillería, aumentando su capacidad ofensiva.
Los rebeldes sirios afirman haber tomado casi toda la ciudad de #Alepo, mientras la población celebra en las calles. pic.twitter.com/9OJoyhaVPB
— La Crónica de Hoy (@LaCronicaDeHoy) November 29, 2024
Apoyo tácito de Turquía
La operación rebelde, que se habría planeado durante tres meses, parece haber contado con la aquiescencia de Turquía, principal respaldo del Ejército Nacional Sirio, una coalición de facciones opositoras al régimen. Sin este apoyo tácito, aseguran fuentes como el OSDH, la ofensiva de HTS, antigua filial de Al Qaeda, habría sido imposible.
Mientras tanto, el ejército regular sirio asegura que sigue combatiendo a los insurgentes y afirma haber causado “cientos de bajas” en sus filas, además de destruir numerosos vehículos y drones. Sin embargo, la situación en Alepo sigue siendo crítica, con enfrentamientos intensos en la ciudad.
Crisis humanitaria
La ofensiva ha dejado un saldo provisional de 231 combatientes muertos, según el OSDH: 144 rebeldes y 87 soldados del régimen y sus aliados proiraníes.
Además, los combates han tenido un alto costo para la población civil. Al menos 27 civiles han muerto, según la ONU, en bombardeos tanto de los rebeldes como del régimen y Rusia.
David Carden, de la oficina de coordinación humanitaria de la ONU, recordó que las infraestructuras civiles están protegidas por el derecho internacional, aunque bombardeos como el del jueves, con más de 60 ataques aéreos en zonas rebeldes, subrayan la gravedad de la situación.