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El expresidente brasileño se dice víctima de un país autoritario como Venezuela, tras notificarle el Supremo que abre proceso en su contra

Bolsonaro, a un paso de ser juzgado por complot golpista contra Lula da Silva

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Brasil El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro saluda a su llegada en la sede del Partido Liberal este miércoles, en Brasilia (Andre Borges/EFE)

El juicio contra el expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ya está en marcha en la Corte Suprema, que este miércoles notificó al líder ultraderechista la denuncia de la Fiscalía que lo acusa de “liderar” un complot golpista para anular la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones de 2022.

En concreto, Bolsonaro está a un paso de sentarse en el banco de los acusados por cinco delitos, entre ellos “tentativa de abolición violenta del Estado Democrático de Derecho”, “golpe de Estado” y “organización armada para delinquir”, por los que puede ser sentenciado a 40 años de prisión.

Las defensas del líder ultraderechista y de los otros 33 acusados de participar en el intento de golpe, entre ellos mandos militares, tienen ahora un plazo de 15 días para presentar alegaciones.

“Esto es Venezuela o Nicaragua”

Tras recibir la notificación del Supremo, Bolsonaro (2019-2022) acusó a las autoridades del país de imponer un “régimen autoritario” comparable, según dijo, al que viven Venezuela y Nicaragua.

“El truco de acusar a líderes de la oposición democrática no es algo nuevo: todo régimen autoritario, en sus ansias por el poder, precisa fabricar enemigos internos para justificar persecuciones, censuras y prisiones arbitrarias”, afirmó Bolsonaro, bajo cuyo gobierno encarceló a Lula da Silva.

En este sentido, comparó a Brasil con Venezuela, “en donde (Hugo) Chávez y (Nicolás) Maduro acusaban a los opositores de golpistas”, y con la situación que se vive en países como Nicaragua, Cuba y Bolivia.

“El manual es bien conocido: fabrican acusaciones vagas, dicen estar preocupados por la democracia o la soberanía y persiguen a los opositores, silencian voces disidentes y concentran el poder”, sentenció Bolsonaro, que también fue acusado por la Fiscalía de apoyar un plan para asesinar por envenenamiento al actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva.

Además, dijo que el mundo “está atento” a lo que pasa en Brasil y selló su mensaje afirmando que “la libertad va a triunfar una vez más”, recurriendo a una frase típica de su aliado ideológico, el presidente argentino Javier Milei.

“Si es culpable deberá pagar”: Lula

Lula también se pronunció sobre la acusación de la Fiscalía contra Bolsonaro y la apertura de un proceso en la Corte Suprema que podría acabar en el primer juicio penal contra un expresidente democrático.

“La decisión de presentar esa denuncia es de la Fiscalía” y “yo no voy a comentar las decisiones de la Justicia”, declaró Lula en una rueda de prensa junto al primer ministro de Portugal, Luis Montenegro.

Sin embargo, el líder progresista apuntó que en Brasil “todas las personas tienen derecho a la presunción de inocencia” y que tanto Bolsonaro como los otros acusados, si fueran aceptadas las denuncias presentadas por la Fiscalía, también “deberán tenerla”.

Agregó que “si ellos prueban que no intentaron dar un golpe y que no intentaron matar al presidente, al vicepresidente y a un juez de la Corte Suprema”, como sostiene la denuncia, “serán libres y podrán transitar por todo el país”.

No obstante, subrayó que “si los jueces llegaran a la conclusión de que son culpables, deberán pagar por los errores que cometieron”.

Próximos pasos

Una vez se pronuncien las defensas, el juez Alexandre de Moraes, instructor del caso, llevará la denuncia a sus colegas de la Primera Sala del Supremo, formada por cinco magistrados de perfil progresista que decidirán si abren juicio contra el ex jefe de Estado (2019-2022).

Fuentes judiciales prevén que el juicio terminará este mismo año, a fin de evitar entrar en 2026 con la causa abierta y contaminar el ambiente electoral de cara a las presidenciales de octubre de ese año.

La abogada Eloísa Machado, profesora de Derecho en la Fundación Getulio Vargas (FGV), afirmó a EFE que el Supremo tiene “capacidad institucional” suficiente para juzgar el caso en este 2025.

La especialista considera que la denuncia trae indicios “de sobra” que incriminan a Bolsonaro.

“La denuncia es muy consistente y detalla el propósito de mantener a Bolsonaro en el poder a cualquier coste”, analiza.

Un intento de golpe que empezó en 2021

Según la denuncia, Bolsonaro se rodeó del núcleo duro de su Gobierno y de militares de alto rango, como el excomandante de la Marina Almir Garnier Santos, para poner en marcha “un plan criminal” con fines golpistas.

El complot empezó a fraguarse en 2021, cuando el Supremo anuló las condenas por corrupción a Lula, lo que le permitió recuperar sus derechos políticos y poder presentarse a las elecciones de 2022, en las que venció a Bolsonaro.

Con su derrota en las urnas, Bolsonaro buscó “encontrar una forma de convencer a las Fuerzas Armadas a adherirse al golpe”, según la declaración de su antiguo ayudante personal, el teniente-coronel Mauro Cid.

La confesión del exedecán, que el Supremo hizo pública este miércoles, ha sido clave para la investigación.

El supuesto golpe incluía decretar el estado de sitio, anular las elecciones y establecer “un nuevo orden”.

Según Cid, Bolsonaro participó en la redacción de un borrador de decreto para hacer realidad ese escenario y que incluso se lo presentó a la cúpula militar en diciembre de 2022.

Asesinar a Lula con veneno

Los acusados también plantearon el asesinato por envenenamiento de Lula. Según la Fiscalía, Bolsonaro tuvo “pleno conocimiento” de ello y “aceptó” llevar a cabo el magnicidio, aunque nunca se materializó.

Aunque como colofón, hubo un último intento a la desesperada el 8 de enero de 2023, con Lula ya en el poder, cuando miles de radicales de extrema derecha invadieron de forma violenta las sedes de la Presidencia, el Supremo y el Parlamento.

Por ese episodio, el Supremo ha condenado ya a cerca de 400 personas por delitos similares a los que puede enfrentar Bolsonaro.

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