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El papa Francisco, ingresado desde hace seis días en el hospital Gemelli de Roma, se encuentra “estable” y presenta “una ligera mejoría, especialmente en los índices inflamatorios”, informó este miércoles el Vaticano.
“Las condiciones clínicas del Santo Padre se presentan estables. Los análisis de sangre, evaluados por el personal médico, muestran una ligera mejoría, especialmente en los índices inflamatorios”, se indica en el último parte médico.
El martes, el parte médico avisó de un empeoramiento de la salud del pontífice, de 88 años, lo que hizo saltar las alarmas y abrió el debate sobre su posible renuncia, como dejó firmado en una carta al inicio de su mandato, en 2013, tras la histórica abdicación de Benedicto XVI.
“Hemos bromeado”: Meloni
En el parte de este miércoles, el comunicado señala que “después del desayuno, el papa leyó algunos periódicos y luego se dedicó a actividades laborales con sus colaboradores más cercanos” y “antes del almuerzo recibió la Eucaristía”.
Y añade que por la tarde recibió la visita de la primera ministra, Giorgia Meloni, con quien pasó 20 minutos en privado.
“Estoy muy contenta de haberle encontrado atento y receptivo. Hemos bromeado como siempre. No ha perdido su proverbial sentido del humor”, ha asegurado la mandataria en un comunicado.
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El segundo papa más anciano
Francisco, el segundo Papa más anciano desde León XIII, que falleció a los 92 años en 1902, tiene una salud cada vez más frágil. Ya camina con dificultad, por dolores en la rodilla derecha, y se desplaza desde hace dos años en silla de ruedas o con ayuda de un bastón.
Ha pasado tres veces por el quirófano: extirpación de parte del colon en 2021, rodilla derecha en 2022, obstrucción intestinal en 2023. Más una operación de cataratas en 2019. En junio de 2023 ya fue ingresado, pero esa vez de urgencia, por una dolencia similar a la actual.
Benedicto XVI murió con 95 años, como Papa emérito; ya que abdicó cuando tenía 85 años, tres más que la actual edad del papa argentino.