El Senado de EU confirmó este jueves, por un margen mínimo, la nominación de Kash Patel, un fiero defensor de Donald Trump, como nuevo director del FBI. La votación culminó con 51 votos a favor, todos republicanos, y 49 en contra, con dos senadoras del partido conservador, Susan Collins y Lisa Murkowski, uniéndose a los demócratas en la oposición.
La llegada de Patel al frente del FBI es una de las decisiones más polémicas de Trump. Sus críticos cuestionan no solo su experiencia para el cargo, sino también sus declaraciones previas, en las que amenazó a medios de comunicación y opositores con persecución judicial. Además, ha acusado reiteradamente al FBI de formar parte del “Estado profundo”.
Resistencia dentro del propio partido
El nombramiento de Patel estuvo a punto de descarrilar. Con solo tres republicanos adicionales en contra, su confirmación habría fracasado. Collins justificó su oposición al señalar que el director del FBI debe ser “apolítico”, y que Patel ha estado demasiado vinculado a la estrategia política de Trump. Murkowski, por su parte, expresó reservas sobre cómo su historial podría afectar su liderazgo.
El senador demócrata Chris Murphy aseguró que los republicanos “lamentarán este voto más que ningún otro”. Patel reemplaza a Christopher Wray, quien renunció antes de que Trump asumiera su segundo mandato. Wray había sido blanco de críticas del expresidente por investigar el rol de Trump en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
Patel trabajará en coordinación con la fiscal general Pam Bondi, quien ha ordenado investigar a agentes del FBI que participaron en pesquisas sobre el ataque al Capitolio.
Durante su audiencia de confirmación, Patel intentó moderar su postura y aseguró que no apoya la conmutación de penas para quienes atacaron a las fuerzas del orden aquel día.