
La estrategia de Donald Trump de interferir en la campaña electoral de Groenlandia, prometiendo “billones” de inversión, si votan a partidos proclives a ser anexionados por Estados Unidos, ha logrado al menos un resultado que podría ser favorable a sus intereses: el desplome de los dos partidos izquierdistas que gobernaban la isla bajo soberanía danesa y que denunciaron con más fuerza la injerencia del mandatario estadounidense.
El resultado de las votaciones a la que estaban convocados apenas 41 mil groenlandeses (tras un conteo extremadamente lento, debido a la dispersión de los colegios electorales en una isla mayor a la superficie de México y con el 80% de su superficie helada), resultó en un vuelco electoral que no anunciaron las encuestas y que dio la victoria al opositor Demokraatit, partidario (como todos) de que Groenlandia se independice de Dinamarca y cuya ambigüedad hacia los cantos de sirena de Trump parece haber funcionado.
El Demokraatit pasó de ser la cuarta fuerza con el 9.1% de los votos y tres escaños a tener el 29.9% y diez escaños, convirtiéndose en el primer partido no “histórico” en la política groenlandesa en ganar unos comicios en casi medio siglo de autonomía.
Aunque en campaña se sumó a sus rivales que pidieron “respeto” a Trump, el futuro presidente de Groenlandia, Jens-Frederik Nielsen, declaró en la noche electoral, mantener una línea “tranquila” hacia EU, una ambigüedad calculada que abre una vía futura para una posible negociación de anexión.
Pero muchos groenlandeses votaron por tener más prisa, como quedó reflejado con el inesperado segundo lugar de Naleraq, una formación populista y radicalmente independentista, que logró el 25% de los votos y aboga por iniciar cuanto antes el proceso de autodeterminación.
Naleraq fue durante la campaña electoral el partido menos crítico con las intenciones de Trump, además de poner sobre la mesa la firma de un tratado de libre asociación con Estados Unidos a cambio de apoyo económico y seguridad,
El partido del presidente Múte Egede, Inuit Ataaqatigit (socialista), cayó al tercer puesto con el 21.4%. El favorito en las encuestas fracasó con su estrategia de endurecer su discurso contra el “injerencista” Trump.
Groenlandia fue una colonia danesa desde principios del siglo XVIII hasta 1953, cuando se integró en el reino de Dinamarca. La isla, geográficamente parte de América del Norte, se transformó en un territorio autónomo del país nórdico tras la celebración de un referéndum en 1979, y sus competencias fueron notablemente ampliadas en 2009, aunque la defensa, la política exterior o la monetaria aún dependen íntegramente del país escandinavo.