
El 7 de abril, la compañía Colossal Biosciences asombró al mundo con un anuncio revolucionario para unos y antinátura para otros: el nacimiento de dos cachorros de lobo de una especie extinguida hace más de 10 mil años, un acontecimiento tan excepcional que, por primera vez, sus creadores se atrevieron a usar un verbo que ni siquiera existía: desextinguir (revertir una extinción).
La empresa estadounidense publicó el siguiente video en X con un largo mensaje sobre la “desextinción” del lobo gigante o lobo terrible (aenocyon dirus) y empezó con una petición a lo usuarios: “Suban el audio”. Dice así:
“Están escuchando el primer aullido de un lobo terrible en más de 10,000 años. Les presentamos a Rómulo y Remo, los primeros animales desextintos del mundo, nacidos el 1 de octubre de 2024. El lobo terrible ha estado extinto por más de 10,000 años. Estos dos lobos fueron traídos de vuelta de la extinción mediante ediciones genéticas derivadas de un genoma completo de lobo terrible, reconstruido meticulosamente por Colossal a partir de ADN antiguo encontrado en fósiles que datan de 11,500 y 72,000 años atrás. Este momento marca no solo un hito para nosotros como empresa, sino también un salto adelante para la ciencia, la conservación y la humanidad”.
SOUND ON. You’re hearing the first howl of a dire wolf in over 10,000 years. Meet Romulus and Remus—the world’s first de-extinct animals, born on October 1, 2024.
— Colossal Biosciences® (@colossal) April 7, 2025
The dire wolf has been extinct for over 10,000 years. These two wolves were brought back from extinction using… pic.twitter.com/wY4rdOVFRH
Y prosigue: “Desde el principio, nuestro objetivo ha sido claro: Revolucionar la historia y ser la primera empresa en utilizar la tecnología CRISPR (una especie de cortar y pegar genético que permite a los científicos modificar el ADN de manera precisa y eficiente) y que dio como resultado la desextinción de especies previamente perdidas. Al lograr esto, continuamos impulsando nuestra misión más amplia: aceptar el deber de la humanidad de restaurar la Tierra a un estado más saludable. Pero este no es solo nuestro momento; es un momento para la ciencia, nuestro planeta y la humanidad. Todo lo cual amamos y nos apasiona. Ahora, cierra los ojos y escucha ese aullido una vez más. Piensa en lo que esto significa para todos nosotros”.
De ser cierto el anuncio, estaríamos, quizá, ante otro salto de la humanidad en su ambición de acercarse al concepto de Dios creador: en este caso, la reconstrucción del genoma del lobo terrible, gracias a dos muestras del ADN fósil, implantados en un lobo gris actual.
Para amplificar el impacto global de la noticia, Colossal —ya el nombre de la empresa da una idea de los objetivos “sobrehumanos” que ambiciosa— bautizó a los cachorros Rómulo y Remo (los hermanos mitológicos amamantados por la loba capitolina que dieron su nombre a Roma) y meses después llamó a un tercer cachorro Khaleesi (una de las protagonistas de Juego de Tronos y sus imponentes lobos gigantes blancos: los legendarios lobos huargos de la afamada serie).
Pero el anuncio que ha asombrado al mundo no es cierto del todo. Lo que logró Colossal Biosciences es manipular genéticamente a una loba gris a la que le introdujo el ADN fósil reconstruido casi en su totalidad (casi), para que nacieran dos cachorros; pero, pese al anuncio, estos no son lobos gigantes genuinos, son híbridos.
¿Se trata de un hito de la humanidad?
Sí, porque son únicos genéticamente: no existe un ser vivo en la Tierra que tenga en su ADN genes implantados de una especie que se extinguió unos cuatro mil años antes desde que los primeros humanos levantaran una civilización en Mesopotamia (en el año 4,000 antes de Cristo). Nunca en la historia de la ciencia se había llegado tan lejos en la “resurrección” de una especie extinta.
Sin embargo, no es cierto que se haya logrado la desextinción total, precisamente porque, al haber heredado los cachorros gran parte de la carga genética de la madre, el lobo actual más común, no podemos estar hablando de que hayan nacido lobos terribles genuinos.
¿Es lo mismo desextinción que clonación?
No son exactamente lo mismo, aunque ambas manipulaciones genéticas están relacionadas.
La clonación consiste en copiar genéticamente un organismo existente utilizando su ADN. En este proceso, se usa material genético intacto para crear un individuo idéntico. Por ejemplo, la oveja Dolly fue clonada en 1996 a partir de una célula adulta. Para especies extintas, la clonación sería posible si se tuviera ADN en excelente estado, lo cual no ha se ha logrado todavía.
Como el ADN antiguo suele estar fragmentado, en lugar de clonar, los científicos modifican genes de especies vivas para que se asemejen a las extintas.
¿Cómo logró Colossal Biosciences llegar tan lejos?
Tras extraer ADN de un diente de lobo terrible que vivió hace 13,000 años hallado en Ohio y un hueso del oído interno de otro lobo en Idaho que vivió hace 75,000 años, la empresa logró reconstruir el 91% de su genoma. Lo compararon con el del lobo común, que resultó ser un 99.5% similar, e identificaron 20 diferencias clave en 14 genes determinantes en el aspecto característico de estos depredadores que se extinguieron hace más de 10,000 años.
Editaron células de lobo común para modificar esos 14 genes y los implantaron en óvulos de lobas, que gestarían a los animales. De los primeros 45 embriones, solo estos 2 llegaron a término (poco después nació una cachorra, Khaleesi). A los seis meses, los dos primeros ya miden 1.20 metros y pesan 80 kilos, aunque se espera que lleguen a los 150.
“Cuando se extinguieron los lobos terribles, la carne y el cuero se fueron degradando. Lo que quedó fueron los restos óseos. Y dentro de los restos óseos hay ADN, pero que está muy fragmentado. Por técnicas genéticas uno puede tratar de repararlo, pero, para poder hacer una reparación más o menos completa, hace falta tener un genoma de referencia, y (en este caso) ese genoma de referencia es el del lobo (gris)”, explicó Raúl González Ittig, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina).
“Lo que tenemos aquí es una modificación genética que hizo que un lobo gris adquiera características del lobo terrible”, concluyó el genetista.
Una “pregunta filosófica”
Otro punto de vista es el de Love Dalén, profesor en genómica evolutiva en el Centro de Paleogenética de la Universidad de Estocolmo y asesor de Colossal Bioscience.
“Va a haber un argumento en la comunidad científica sobre cuántos genes necesitan ser cambiados para hacer un lobo terrible, pero esta es realmente una pregunta filosófica. Lleva genes de lobo terrible, y estos genes lo hacen parecer más un lobo terrible que cualquier cosa que hayamos visto en los últimos 13,000 años. Y eso es muy interesante”, explicó Dalén.
“Como veo esto es que han resucitado el fenotipo del lobo terrible (los rasgos observables de una especie). Para mí, es un lobo terrible en ese sentido”, añadió.
No son copias exactas, sino fenotipos
Tras el surgimiento de críticas, la propia directora científica de Colossal, Beth Shapiro, tuvo que matizar la euforia inicial de los científicos de Colossal, cuando aseguraron que Rómulo y Remo eran “los primeros animales desextintos del mundo”.
“No es posible traer de vuelta algo exactamente tal y como era; no buscamos recuperar algo que sea 100% idéntico genéticamente a otra especie”, admitió Shapiro a The New Yorker, pero defiende que han conseguido lo que querían: “Hemos logrado crear el fenotipo de un lobo gigante”.
A eso aspira Colossal, comentó la jefa científica, a crear fenotipos de animales extinguidos. Pero, el hecho de que la noticia haya sido publicada en medios convencionales —aunque prestigiosos como The New York Times— y no en las revistas científicas —como New England Journal of Medicine—, pone en duda la validez o veracidad del descubrimiento, más allá de sus consecuencias bioéticas: ¿Qué pasaría si el mundo volviera a repoblarse de lobos gigantes?
¿Cuáles son los siguientes animales en la lista?
Shapiro saltó a la fama por secuenciar por primera vez el genoma del dodo, un ave endémica de la isla de Mauricio, que apenas evolucionó desde la prehistoria, hasta que se extinguió en el siglo XVII por la llegada del hombre.
Según Colossal, el híbrido de dodo se intentará renacer mediante la paloma nicobar o un ganso; también están el proyecto para resucitar al tilacino o tigre de Tasmania, último marsupial prehistórico que desapareció en Australia a principios del siglo XX.

Pero quizá el que genera más expectación es la desextinción del mamut lanudo siberiano, proyecto en el que lleva una década apostando el científico de Harvard, George Church, fundador de Colossal, quien primero creó ratones lanudos, para demostrar que se puede poner genes de mamut en otra especie. Su plan es tener un nacimiento en 2028, algo que otros especialistas no consideran viable.
Aunque Shapiro fue escéptica durante años, finalmente fichó por la empresa y se convirtió en una defensora de la “desextinción funcional”, siempre que tenga aplicaciones ecológicas reales. “No entiendo por qué no ser 100% idéntico a una especie extinta impediría la introducción de la especie en un hábitat. Si Colossal crea un elefante que es capaz de prosperar en Siberia, eso debería ser suficiente, si la gente local quiere que eso suceda”.

Eso sí, de tener éxito la nueva especie —parte mamut, parte elefante— no debería llamarse mamut, sino mamufante, de igual manera que Rómulo, Remo y Khaleesi, parte lobo gris, parte lobo gigante, deberían llamarse de otra manera, lobos grisantes, o algo así.
Finalmente, hay otras cuestiones más inquietantes incluso que la de dónde serían “soltados” estos mamufantes, en caso de que lograran nacer y crecer, y cómo afectarían a la fauna y la flora actual, o qué enfermedades misteriosas podría transmitir. Las preguntas que quedan en el aire y que deben ser respondidas (o forzadas por los gobiernos y la comunidad científica a responder) antes de que sea demasiado tarde son: ¿Hasta dónde se les debería permitir a un puñado de científicos experimentar y manipular ADN prehistórico para revivirlo? ¿Qué pasaría con la humanidad, por ejemplo, si logran “desextinguir” un hombre de cromañón o de neandertal? (con información de NYT, EFE, CNN y El País).