
Donald Trump volvió a desatar su furia este jueves contra el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, a quien calificó de “completo desastre” y exigió su despido inmediato.
A través de un mensaje en su red Truth Social, el mandatario reclamó una vez más una rebaja urgente de los tipos de interés y acusó a Powell de actuar con retraso e ineptitud.
“¡El despido de Powell no puede esperar!”, escribió Trump, en referencia a la negativa del jefe de la Fed de bajar las tasas pese a la presión del Ejecutivo.
“Jerome Powell debería haber bajado los tipos de interés, como el BCE, hace tiempo, pero sin duda debería bajarlos ahora”, insistió, en un mensaje cargado de exclamaciones y mayúsculas.
Crisis de confianza al interior del sistema
El mandatario no solo cuestionó la falta de acción, sino también la capacidad técnica de Powell. “Emitió ayer un informe que fue otro, típico y completo desastre”, criticó, aludiendo al reciente análisis económico del banco central estadounidense.
Según Trump, los fundamentos económicos —desde los precios del petróleo hasta los alimentos— justifican una baja inmediata: “¡Incluso los huevos han bajado!”
Powell, por su parte, ha sostenido que la política monetaria requiere cautela, especialmente en un contexto donde la inflación aún se sitúa en 2.4 %, por encima del objetivo del 2 %.
Aunque ha reconocido señales de desaceleración en el primer trimestre, ha reiterado que aún no hay condiciones para nuevos recortes de tasas, que actualmente oscilan entre 4,25 % y 4,5 %.
El trasfondo de esta nueva embestida presidencial es el contraste con el Banco Central Europeo (BCE), que se espera anuncie este mismo jueves su séptima reducción consecutiva de tasas, del 2.5 % al 2.25 %, en un intento por enfrentar los efectos de la guerra comercial que el propio Trump ha desatado con sus aranceles globales.
Mientras la Fed se muestra prudente, el presidente presume que EU “se está enriqueciendo con aranceles”, pese a las advertencias de analistas sobre el impacto a mediano plazo.
Su insistencia en utilizar la política monetaria como herramienta de impulso inmediato refleja un pulso cada vez más evidente con los órganos técnicos del Estado.
Una presión cada vez más explícita
La tensión entre Trump y Powell no es nueva, pero el tono del presidente apunta a una estrategia de desgaste y posible remoción. Aunque legalmente el titular de la Fed tiene autonomía y su despido no es una facultad presidencial directa, Trump ha demostrado que no necesita protocolos para desatar una crisis institucional.
El enfrentamiento suma un nuevo episodio en la batalla por controlar el rumbo económico de cara a las elecciones y mientras se acumulan señales de enfriamiento en la economía estadounidense.