
La posibilidad de una tregua en el conflicto entre Rusia y Ucrania parece más cercana que nunca, al menos en el discurso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien afirmó este domingo que espera un acuerdo entre ambas partes “esta semana”, acompañado de la promesa de beneficios económicos si se concreta la paz.
“Ambos comenzarán entonces a hacer grandes negocios con los Estados Unidos de América, que están prosperando, y ganarán una fortuna”, escribió Trump en su red Truth Social. Pero más allá del tono entusiasta, el mandatario también lanzó un ultimátum: si no hay avances pronto, su país podría “pasar de largo” en su papel como mediador internacional.
La declaración se da a conocer días antes de que Trump cumpla sus primeros 100 días en la Casa Blanca, periodo en el que prometió dar una solución al conflicto iniciado en 2022. Su gobierno ha buscado reactivar las conversaciones diplomáticas desde que asumió el poder a finales de enero, y ahora incluso ofrece un posible alivio de sanciones al sector energético ruso si Moscú cesa las hostilidades.
En tanto, en el terreno, la realidad es más ambigua. Ucrania denunció el domingo que las fuerzas rusas han violado más de dos mil veces la tregua de 30 horas decretada por Moscú por las celebraciones pascuales.
“En las principales zonas del frente, Rusia no ha cumplido su promesa de tregua”, acusó el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky.
Kiev había propuesto ampliar ese alto al fuego a 30 días, incluyendo la suspensión de ataques aéreos contra infraestructura civil. El Kremlin además de rechazar la oferta, también descartó públicamente cualquier plan para extender la pausa.
“O Putin no controla su Ejército o no tiene intenciones reales de poner fin a la guerra”, declaró Zelensky, quien ordenó responder militarmente de forma simétrica ante cualquier ataque ruso.
Analistas coinciden en que el alto al fuego anunciado por Moscú tuvo más un carácter simbólico y diplomático —una movida táctica frente a Trump— que una voluntad concreta de pacificación. Por su parte, el presidente estadounidense ha reiterado su intención de mantener a Estados Unidos como una figura clave en la resolución del conflicto, aunque también ha dejado claro que su paciencia tiene límites.
Las negociaciones entre Washington y Kiev continúan por otro flanco: un acuerdo sobre minerales estratégicos podría cerrarse en los próximos días, mientras se perfilan nuevas rutas para el fin del conflicto que ha marcado la geopolítica global en los últimos tres años.