Búsqueda
Estados Unidos proyecta un aumento de 100 mil barriles diarios en la producción de petróleo en el Golfo de México gracias a una modificación en las directrices energéticas anunciadas por el Departamento de Interior. Así lo informó el presidente Donald Trump este viernes en redes sociales, calificando la medida como un paso más hacia la autosuficiencia energética.
La nueva política permitirá incrementar la presión de extracción en los yacimientos del golfo, pasando de 200 a 1500 psi (libras por pulgada cuadrada), lo que, según estimaciones oficiales, generará un aumento del 10 % en la producción nacional de crudo durante la próxima década.
“Esto se traduciría en un aumento de la producción de más de 100.000 barriles diarios en los próximos diez años. Es posible que se produzcan aumentos adicionales a medida que los operadores faciliten más datos”, informó el Departamento en un comunicado.
El secretario de Interior, Doug Burgum, celebró la medida como “un hito monumental en la consecución del dominio energético estadounidense” y señaló que representa una victoria para la eficiencia, el empleo y la seguridad energética del país.
“Tendremos costes más bajos, más empleos y mayor seguridad para las familias y las empresas estadounidenses, como prometió el presidente Trump”, subrayó.
La flexibilización regulatoria forma parte de la orden ejecutiva “liberar la energía estadounidense” que Trump firmó el mismo día de su toma de posesión, el 20 de enero, y que busca reducir barreras para la industria energética del país.
Un estudio de la Universidad de Texas citado en el comunicado oficial estima que la nueva política podría permitir extraer hasta un 61 % más de petróleo en un horizonte de 30 años.
“Esta política no sólo aumentará la producción, sino que también mejorará la conservación de los recursos al acelerar el desarrollo de cada yacimiento”, apuntó el Departamento.
En 2024, Estados Unidos produjo alrededor de 13,2 millones de barriles diarios de crudo, de los cuales 1,8 millones provinieron del golfo de México, zona que el presidente Trump rebautizó como “golfo de América”.