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Llueven denuncias por malos tratos, aislamiento, condiciones insalubres y obstrucciones legales contra la administración Trump, que usa cárceles del sistema penitenciario para detenciones migratorias

EU encarcela a cientos de inmigrantes en prisiones federales bajo condiciones inhumanas

Detenciones Varios migrantes relataron haber sido trasladados abruptamente sin previo aviso ni posibilidad de contactar a sus familias o abogados, en algunos casos permaneciendo incomunicados durante días (imagen de archivo). (Especial)

En una escalada sin precedentes de su política migratoria, el gobierno de EU ha comenzado a encarcelar a cientos de migrantes en prisiones federales del Buró de Prisiones (BoP, por sus siglas en inglés), lo que ha encendido alarmas entre defensores de derechos humanos, abogados y organizaciones migrantes que denuncian malos tratos, aislamiento, condiciones insalubres y obstrucciones legales.

Desde febrero, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha transferido detenidos a penitenciarías del BoP, rompiendo con la tradición de mantener separados los sistemas de detención migratoria y penitenciario.

Esto ha implicado que personas acusadas solo de violaciones civiles migratorias estén ahora bajo custodia de guardias carcelarios en condiciones extremas junto a personas condenadas por delitos federales.

Traslados caóticos

Varios migrantes relataron haber sido trasladados abruptamente sin previo aviso ni posibilidad de contactar a sus familias o abogados, en algunos casos permaneciendo incomunicados durante días. Las condiciones en prisiones como FCI Atlanta, FDC Miami, y FCI Berlin en New Hampshire han sido descritas como “inhumanas”: falta de alimentos, ropa, productos básicos, atención médica y acceso al exterior.

En FDC Miami, más de 150 detenidos comparten apenas cinco teléfonos sin privacidad. ICE no tiene presencia regular en estas prisiones, lo que ha impedido a los detenidos recibir notificaciones de audiencias o resoluciones migratorias. Algunos permanecen detenidos incluso después de haber sido autorizados para ser liberados.

“Es un caos sin razón”, dijo Samantha Hamilton, abogada de la organización Asian Americans Advancing Justice. Migrantes han sido llevados por horas a otros centros solo para asistir a audiencias virtuales, en lugar de facilitar acceso a videoconferencias en las prisiones.

Testimonios de condiciones degradantes

En FCI Atlanta, migrantes reportaron haber dormido en colchonetas sucias, recibido ropa con manchas y ropa interior usada. Las duchas eran compartidas, los espacios estaban sobresaturados y los baños eran inservibles.

En algunos casos, las celdas se inundaban y los alimentos eran escasos, caducados o mohosos. Una mujer detenida relató que “nos tiran la comida por el suelo como si fuéramos animales”.

Con la llegada de migrantes, incluso otras personas encarceladas han visto reducido su acceso a comida, papel higiénico y atención médica, debido a la sobrecarga del sistema. “Este lugar ya no era habitable y ahora traen a más personas a algo que ya es inseguro e inhumano”, denunció una interna.

“Una pesadilla” bajo la política de Trump

La administración de Donald Trump ha acelerado sus planes de deportaciones masivas, recurriendo a instalaciones cerradas o desacreditadas, como FCI Dublin en California, marcada por escándalos de abuso sexual y contaminación con moho y asbesto.

Organizaciones como Detention Watch Network denuncian que ICE está utilizando todos los recursos posibles para expandir su capacidad de detención, incluyendo bases militares y cárceles locales. “La escala y velocidad de esta expansión es extremadamente preocupante”, declaró Stacy Suh, directora del programa.

Incluso personal del BoP ha expresado preocupación. John Kostelnik, vicepresidente del sindicato de oficiales penitenciarios, denunció que el personal ha sido obligado a realizar tareas de mantenimiento sin protección adecuada. Recordó el caos en 2018 cuando la administración Trump envió mil migrantes a la prisión de Victorville: “No pudimos brindar atención médica. Fue una pesadilla”.

Detenciones sin rastro

En múltiples casos, migrantes han sido “desaparecidos” del sistema, al ser trasladados sin aviso a otras jurisdicciones, imposibilitando que sus abogados o familiares los localicen durante días. En FCI Berlin, abogados y voluntarios han perdido contacto casi total con los detenidos.

“El gobierno está haciendo todo lo posible para impedir el acceso legal”, denunció Stephen Roth, abogado de inmigración. “Si hay irregularidades y nadie dentro puede hablar, ¿quién lo hará desde afuera?”.

Ni ICE ni el Departamento de Seguridad Nacional han respondido a las solicitudes de comentario. El Buró de Prisiones confirmó la existencia de un acuerdo interagencial para albergar detenidos de inmigración, pero no ofreció detalles sobre el número de personas en custodia ni sobre las condiciones denunciadas.

Organizaciones, legisladores y defensores han advertido que estas prácticas violan derechos fundamentales y consolidan un sistema de detención opaco, punitivo y peligroso, sin precedentes en su alcance dentro de la política migratoria de EU (con información de agencias).

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