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El primer papa estadounidense de la historia es un férreo defensor de los inmigrantes y lleva en su corazón a América Latina

León XIV: tan lejos de Trump, tan cerca de Francisco

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Habemus papam El papa León XIV tras ser presentado al mundo desde el balcón de la Básilica de San Pedro (ETTORE FERRARI)

León XIV se convirtió la tarde de este jueves en el primer papa estadounidense de la historia y el segundo consecutivo que procede del continente americano. Con mil 1,400 millones de fieles en los cinco continentes la Iglesia Católica tiene un nuevo papa venido del fin del mundo, como dijo el argentino Francisco cuando fue elegido, en 2016.

La elección de Robert Prevost, un “joven” de 69 años a quien Francisco le nombró responsable de los obispos de todo el mundo (lo que fue clave en su elección), consolida la estrategia del argentino Jorge Bergoglio de “deseuropeizar” la Iglesia y que esta sea más universal. En consecuencia, los italianos, que ejercieron presión para que volviera el papado a Italia, después de 47 años de “papas extranjeros” con hasta tres cardenales papables —Pietro Parolin, Matteo Zuppi y Pierbattista Pizzaballa— tendrán que esperar.

Afable, moderado, reservado, el cardenal Prevost, misionero de la antigua Orden de San Agustín, también tiene la nacionalidad peruana, país donde vivió casi cuatro décadas y al que nombró en su primer mensaje “urbi et orbi” (a la ciudad y al mundo) desde el balcón principal de la Basílica de San Pedro.

Desafío al xenófobo Trump

Aunque nació en Chicago, el nuevo pontífice representa un desafío al presidente de Estados Unidos, el xenófobo Donald Trump, cuya política se basa en la doctrina contraria a la suya y a la de su antecesor Francisco.

Es llamativo que en su primer discurso, León XIV agradeciera el papado de Francisco y hablara, además de en italiano y en latín, en español, y que no lo hiciera en su lengua materna, el inglés.

Trump se burló recientemente del proceso de elección de un nuevo papa, difundiendo en las redes una imagen de inteligencia artificial en la que se ve a él mismo vestido de papa. Luego en un mensaje explicó que él sería un gran papa, pero que su favorito era el arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, de línea conservadora; nada que ver con la doctrina moderada y aperturista de Prevost.

Pese a estar en las antípodas en su visión del mundo, Trump felicitó al nuevo papa, como no podía ser de otra manera.

“Enhorabuena al cardenal Robert Francis Prevost, que acaba de ser nombrado papa. Es un gran honor saber que es el primer papa estadounidense. Qué emoción y qué gran honor para nuestro país. Estoy deseando reunirme con el papa León XIV. ¡Será un momento muy significativo!”, indicó el mandatario republicano en su red social, Truth Social.

“¿No ves el sufrimiento?”

Pese a las lógicas alabanzas, la elección de un papa afín al aperturismo de Francisco y muy crítico con la cruel persecución de inmigrantes augura malas relaciones entre el dirigente político más poderoso del mundo y el líder espiritual más poderoso del mundo, con más de 1,400 millones de fieles católicos.

Recientemente, el cardenal Prevost

El ex cardenal Robert Prevost, originario de Chicago, pero también con nacionalidad peruana debido a que casi toda su obra pastoral la desarrolló en una comunidad pobre del país andino, criticó la deportación ilegal del salvadoreño Kilmar Ábrego, en respuesta a una entrevista que ofreció el vicepresidente JD Vance a Fox News, en la que aseguró que “es más cristiano dar prioridad a tu familia que a los inmigrantes”.

“Existe un concepto cristiano: amar a la familia, amar al prójimo, amar a la comunidad, amar a los conciudadanos y, después, priorizar al resto del mundo. Mucha extrema izquierda ha invertido eso por completo”, declaró el vicepresidente de EU a Fox News el 29 de enero (nueve días después de regresar Trump a la Casa Blanca), para criticar la anterior política demócrata de protección al inmigrante que pide asilo, huyendo de la miseria y la violencia en su país.

Cuando todavía era cardenal el 14 de abril, Prevost compartió una publicación crítica en X sobre la deportación de un hombre de origen salvadoreño. “JD Vance se equivoca”, dijo. “Jesús no nos pide que clasifiquemos nuestro amor por los demás; no quiere que dejemos de amar al prójimo”.

Ese mismo día, Prevost retuiteó un mensaje de otro usuario en el que criticaba con dureza las políticas migratorias de Trump y el salvadoreño Nayib Bukele: “Mientras Trump y Bukele usan el Despacho Oval para reírse. [Agentes] federales deportan ilegalmente a un residente estadounidense. Quien fuera salvadoreño indocumentado, el obispo auxiliar (de Washington) Evelio (Menjíbar-Ayala, se pregunta: ‘¿No ven el sufrimiento? ¿No les preocupa su conciencia? ¿Cómo pueden callarse?’.

Prevost también tuiteó sobre la muerte de George Floyd en mayo de 2020, diciendo: “Necesitamos escuchar más de los líderes de la Iglesia, para rechazar el racismo y buscar justicia”, y en 2017 retuiteó a la monja antipena de muerte, la Hermana Helen Prejean, quien dijo: “Apoyo a los #Dreamers y a todas las personas que están trabajando por un sistema de inmigración que sea justo, equitativo y moral. #DefendDACA.

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