
En una de las primeras audiencias privadas de su pontificado, el papa León XIV se reunió este jueves en la biblioteca del Palacio Apostólico con el jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, Sviatoslav Shevchuk, y expresó su “cercanía al pueblo ucraniano”, en un gesto que no solo reafirma la línea diplomática del Vaticano, sino que lanza una señal clara al Kremlin y a la comunidad internacional sobre su posicionamiento en el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia.
El encuentro fue confirmado por la propia Iglesia greco-católica ucraniana en un comunicado en el que destacó que León XIV “trasladó su apoyo al pueblo ucraniano” y recibió con atención el llamado del obispo mayor de Kiev a realizar una visita apostólica a Ucrania, país que desde 2022 vive bajo el asedio militar ruso y enfrenta una de las mayores crisis humanitarias en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Lista de prisioneros que podría salvar vidas
Durante la audiencia, Shevchuk entregó al pontífice una lista con nombres de prisioneros de guerra ucranianos y relató cómo, en ocasiones anteriores, el simple hecho de que el Vaticano compartiera esta información con la parte rusa había generado mejoras notables en las condiciones de detención.
“Tenemos pruebas de que cuando la parte rusa recibe dichas listas del Vaticano, el trato a esos prisioneros mejora”, afirmó.
Esta práctica, iniciada bajo el pontificado de Francisco, parece continuar ahora bajo León XIV, que ya ha dado señales de querer mantener una diplomacia activa, especialmente en temas de conflicto armado y derechos humanos.
El líder greco-católico también destacó la colaboración humanitaria que el Vaticano ha mantenido en años recientes, en particular en la liberación de reos.
En un gesto profundamente simbólico, Shevchuk entregó a León XIV una obra del artista ucraniano Bodhan Pylypiv, titulada Oración de Réquiem, que representa el dolor de las familias afectadas por la guerra.
Pylypiv, padre de un soldado muerto en el frente, ha usado el arte como medio para denunciar el sufrimiento y la pérdida que sacuden a Ucrania.
Según informó Vatican News, el papa recibió la obra con emoción y reiteró su compromiso con la paz, la justicia y la reconciliación. La imagen, que busca convertirse en emblema de la memoria colectiva del pueblo ucraniano, llega al Vaticano como recordatorio tangible del costo humano del conflicto.
Que callen las armas: León XIV
El gesto hacia Ucrania llega apenas un día después de que el pontífice llamara a los líderes del mundo a detener la guerra y sentarse a negociar. “La Santa Sede está disponible para que los enemigos se encuentren y se miren a los ojos”, dijo durante su discurso ante representantes de las Iglesias orientales con motivo de su Jubileo.
El pasado domingo 11 de mayo, durante el rezo del Regina Coeli en la plaza de San Pedro, León XIV ya había hecho mención explícita del “sufrimiento del pueblo ucraniano” y había reclamado una paz “justa y duradera”, así como la liberación de todos los prisioneros de guerra y el regreso de los niños desplazados a sus hogares.