
La obsesión de Donald Trump por perseguir y expulsar de Estados Unidos a todos los inmigrantes indocumentados le ha llevado a ordenar la entrada de agentes migratorios en escuelas con amplia presencia hispana para interrogar a niños migrantes, una manera de intimidarlo y averiguar el estatus migratorio de sus padres, denunció este miércoles The New York Times.
“Desde Nueva York hasta Hawái, los agentes han estado apareciendo sin previo aviso en escuelas, hogares y refugios para inmigrantes para entrevistar a los niños”, informó el diario en primera plana de su web.
La administración republicana ha denominado eufemísticamente estas visitas sorpresa como “controles de bienestar”, cuyo objetivo es garantizar que los niños estén matriculados en la escuela y reciban la atención adecuada.
Sin embargo, los agentes que realizan las visitas no son trabajadores sociales ni especialistas en bienestar infantil, ni inspectores de trabajo ni agentes de ausentismo escolar, como denunciaron el personal docente de las escuelas afectadas.
En realidad, aseguró el diario, pertenecen principalmente a Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), una unidad especializada del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que combate el tráfico de drogas y armas, los delitos cibernéticos y los delitos financieros.
“¿Qué interés tiene en un alumno de primer grado?"
En conferencia de prensa, el superintendente del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, Alberto Carvalho, declaró que estos agentes federales especializados en el combate a crímenes graves, entraron sin previo aviso en dos escuelas primarias de Los Ángeles, de donde lograron ser expulsados por no haber aclarado qué buscaban en realidad.
Ansiedad y alarma
El envío de investigadores criminales por parte de la administración Trump para estos controles ha generado ansiedad entre los inmigrantes y ha alarmado a educadores, defensores y abogados, que ven las visitas como una táctica para acelerar las deportaciones.
“Estos llamados controles de bienestar en realidad tienen como objetivo aplicar las leyes migratorias”, dijo Marisa Chumil, del Centro Joven para los Derechos de los Niños Inmigrantes, quien los describió como “un pretexto para localizar, interrogar y deportar a niños y familias”.
Al respecto, Tricia McLaughlin, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, afirmó que, durante estas inspecciones, los agentes han detenido a algunos profesores y cuidadores que se encuentran en el país sin autorización legal. En los casos en que no había otros adultos autorizados para cuidar a los niños, los agentes los han puesto bajo la tutela del gobierno, según McLaughlin, quien no especificó cuántos adultos o niños fueron detenidos como resultado de las visitas ni si alguno de ellos fue deportado.