
Una serie de incendios forestales sin precedentes están arrasando esta semana vastas zonas de las provincias de las praderas canadienses, con más de 200,000 hectáreas quemadas solo en Manitoba, una cifra que ya triplica el promedio anual completo de la provincia.
Las autoridades locales advierten que Canadá podría enfrentarse a la peor temporada de incendios de su historia, superando los dramáticos registros de 2023 y 2024.
Los focos más grandes, conocidos como el incendio de Bird River y el incendio de Border, permanecen completamente fuera de control en el norte de Manitoba.
La situación ha obligado al gobierno provincial a declarar un estado de emergencia, lo mismo que la vecina Saskatchewan, donde comunidades indígenas enteras han sido evacuadas.
Al menos 17,000 personas están siendo evacuadas por vía aérea debido a que ya no existen rutas terrestres seguras para salir de las zonas afectadas.
“Este es el mayor operativo de evacuación en Manitoba en la memoria reciente”, declaró el primer ministro provincial Wab Kinew. “Tenemos incendios en todas las regiones. Es un signo claro del cambio climático, y tendremos que adaptarnos”.
Un cielo que vuelve a oscurecerse
Las llamas ya han comenzado a dejar huella fuera de Canadá. El Servicio Meteorológico Nacional de EU emitió alertas de calidad del aire para zonas del norte de Minnesota, y se espera que el humo alcance en los próximos días a ciudades como Chicago, Detroit y Washington D.C., donde los índices de contaminación podrían alcanzar niveles “rojos”, es decir, dañinos para toda la población.
Las imágenes satelitales más recientes muestran el desarrollo de nubes pirocúmulos, una forma extrema de actividad de incendios que hasta hace pocos años era rara en el norte de Canadá, especialmente al inicio de la temporada. Estas nubes pueden transportar el humo a altitudes que permiten su desplazamiento por miles de kilómetros.
En 2023, este fenómeno tiñó de naranja el cielo de Nueva York, brevemente la ciudad con el aire más contaminado del planeta. Los expertos advierten que episodios similares podrían repetirse este verano si las condiciones no cambian.
Incendios como síntoma: la salud y la economía también arden
Las condiciones cálidas y secas prolongadas han creado el escenario perfecto para una nueva catástrofe ambiental, y los modelos de Natural Resources Canada indican que las provincias de Manitoba, Saskatchewan, Alberta y Columbia Británica tendrán una temporada “muy por encima del promedio” en incendios durante la primavera y el verano de 2025.
Mientras tanto, la ciencia confirma que no existe un nivel seguro de exposición al humo. Un estudio reciente mostró que las partículas finas del humo pueden causar efectos negativos en el corazón y los pulmones por meses, incluso después de que el humo desaparece. Otras investigaciones vinculan el humo de incendios con mayor riesgo de ictus cerebral, deterioro cognitivo y problemas de fertilidad.
El impacto económico también es considerable: miles de muertes anuales por humo en EE.UU. están generando miles de millones de dólares en pérdidas por atención médica y pérdida de productividad.
Los expertos recomiendan utilizar mascarillas tipo N95 si se está expuesto al humo en exteriores, y sistemas de filtración de aire portátiles en interiores para reducir los riesgos. Mientras tanto, la crisis avanza, y la pregunta ya no es si habrá récord este año, sino cuán desastroso será.