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Al menos medio millar de menores han sido separados de sus familias, denuncia CNN; se calcula que unos 400 mil que podrían ser puestos en custodia

El gobierno de Trump saca a cientos de niños migrantes de sus hogares y endurece condiciones para liberarlos

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Cacería de migrantes Los agentes del ICE tiene una nueva presa en la mira: los niños (EFE)

La administración Trump está sacando de sus hogares a cientos de niños migrantes que ya residen en Estados Unidos y poniéndolos bajo custodia del Gobierno, a veces separándolos de sus familias y haciendo más difícil su liberación, según tres fuentes familiarizadas con el asunto, consultadas por CNN.

Desde que el magnate republicano regresó a la Casa Blanca, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha puesto bajo custodia del gobierno a unos 500 niños tras los llamados “controles de bienestar”, un eufemismo para justificar cualquier irregularidad en las inspecciones y separar a familias migrantes, y en muchos casos el arresto de los padres con fines de deportación.

Según las organización proinmigrantes, hay más de 400 mil menores que podrían ser puestos bajo custodia federal.

La tutela federal de niños migrantes se realiza, de manera arbitraria, según los activistas, porque se consideró que su situación era “insegura”. Esta separación de niños no sólo ocurre en el ámbito del hogar, sino que se ha extendido a escuelas e incluso hospitales, como denunció recientemente The New York Times.

“Desde Nueva York hasta Hawái, los agentes han estado apareciendo sin previo aviso en escuelas, hogares y refugios para inmigrantes para entrevistar a los niños”, alertó el diario.

“Estos llamados controles de bienestar en realidad tienen como objetivo aplicar las leyes migratorias”, dijo Marisa Chumil, del Centro Joven para los Derechos de los Niños Inmigrantes, quien los describió como “un pretexto para localizar, interrogar y deportar a niños y familias”.

La administración también ha implementado procedimientos de investigación adicionales que han hecho que sea casi imposible para algunos padres y tutores recuperar a sus hijos bajo custodia del Gobierno, según denuncian defensores, expertos y exfuncionarios del Departamento de Salud y Servicios Humanos.

“Están tratando de desvirtuar el programa, que solo perjudica a los niños a quienes estamos obligados por ley y estatuto a atender”, dijo a CNN una fuente familiarizada con las discusiones.

De 67 a 170 días

Los niños migrantes que llegan solos a EU son puestos al cuidado de una agencia federal dentro del Departamento de Salud y Servicios Humanos, conocida como la Oficina de Reubicación de Refugiados (ORR, por sus siglas en inglés), que opera refugios en todo el país para albergar a los niños hasta que puedan ser entregados a un padre o tutor patrocinador que ya resida en los Estados Unidos.

Actualmente, hay más de 2,500 niños bajo custodia de la ORR, según datos federales. Los niños migrantes también permanecen bajo custodia del Gobierno, en promedio, mucho más tiempo que antes.

Internamente, los funcionarios de la agencia reconocieron que los niños están más tiempo en centros de detención debido a las nuevas directrices políticas que dificultan su entrega a personas en Estados Unidos.

La duración promedio del cuidado de los niños bajo custodia ha aumentado de 67 días en diciembre de 2024 a 170 días en abril de 2025, a medida que las directrices para la liberación de menores se han vuelto más estrictas.

También han analizado el impacto que esto está teniendo en los menores bajo custodia, algunos de los cuales reportan depresión, según una fuente familiarizada con las conversaciones.

“Está asustando a la gente y es innecesario”, dijo Laura Nally, directora del Programa para Niños del Centro Amica para los Derechos de los Inmigrantes, refiriéndose a la forma en que la administración estaba llevando a cabo sus registros, y citó el ejemplo de un niño que se encontraba en el asiento del copiloto de un vehículo durante una parada de tráfico y fue devuelto a la custodia de la ORR.

“Estamos viendo señales de alerta ahora mismo”, dijo Nally. “Existe la preocupación de que estos registros de bienestar social puedan derivar en la detención masiva de patrocinadores y el retorno masivo de menores a la ORR”.

Las directrices adicionales para las liberaciones dificultan que esos niños vuelvan a salir de la custodia y que los procedimientos de deportación acelerados podrían ponerlos en riesgo de expulsión.

Una demanda reciente argumentó que “en conjunto, estos cambios de política han dado como resultado que niños en todo el país sean separados de sus amorosas familias, mientras que el Gobierno niega su liberación, prolongando innecesariamente su detención”.

Las directrices han detenido las reunificaciones que ya estaban previstas para los niños bajo custodia del Gobierno.

“Las medidas que han tomado no tienen que ver con la seguridad infantil, sino más bien con hacer más difícil o imposible que los padres y familiares indocumentados puedan reunirse con un niño”, advirtió el exfuncionario de DHS Mark Greenberg.

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