Mundo

El presidente acusa al magnate de traidor y el dueño de Tesla responde: “Sin mí, habría perdido la elección”

Trump y Musk rompen en público: de aliados estratégicos a enemigos declarados

Elon Musk y Donald Trump: ¿amigos o enemigos?
Pleito en las alturas La pregunta ya no es quién está ganando esta pelea. Es cuánto puede costarle a ambos. (La Crónica de Hoy)

Para muchos era cosa solo de tiempo. Lo que fue uno de los ejes más insólitos y poderosos del poder en EU se ha convertido en una guerra abierta: Donald Trump y Elon Musk, aliados hasta hace apenas días, rompieron su relación este jueves en medio de un cruce de declaraciones públicas cargadas de resentimiento y sarcasmo.

La fractura se desató tras las críticas feroces de Musk contra el proyecto de ley insignia del presidente Trump en materia de política interna, al que el empresario calificó como una “abominación repugnante”. El detonante se dio mientras Trump se reunía en la Oficina Oval con el canciller alemán Friedrich Merz, donde no se contuvo al ser cuestionado por la prensa.

“Estoy muy decepcionado con Elon. Yo lo ayudé mucho”, afirmó Trump visiblemente molesto.

Trump y Musk: Alianza que se desplomó

Mientras Trump descargaba su frustración desde la Casa Blanca, Musk respondía en tiempo real desde su red social X: “Sin mí, Trump habría perdido la elección, los demócratas controlarían la Cámara y los republicanos serían minoría en el Senado”, escribió. Y remató: “Qué falta de gratitud”.

Musk, quien hasta hace días era uno de los asesores más influyentes del presidente, dejó de lado cualquier cautela y ridiculizó directamente a Trump, repitiendo un patrón ya familiar entre excolaboradores del republicano que han pasado de la adulación al enfrentamiento brutal.

De las loas a la humillación

La ruptura sorprende aún más por el tono reciente. Apenas la semana pasada, Trump había elogiado a Musk como “uno de los grandes innovadores del mundo” y le entregó en persona una llave dorada con el emblema de la Casa Blanca, símbolo de confianza presidencial. Musk, por su parte, prometía seguir siendo “amigo y consejero”.

Hoy, esa escena parece una ironía. El enfrentamiento escaló en cuestión de horas: Trump se burló del aparente moretón en el rostro de Musk y su negativa a usar maquillaje, mientras Musk cuestionó la competencia del presidente para gobernar.

La disputa gira en torno a un ambicioso proyecto legislativo promovido por Trump, que recorta drásticamente programas federales, pero excluye los subsidios a vehículos eléctricos, una concesión hecha a los sectores más conservadores del Congreso. Musk acusó al presidente de actuar por cálculo político, no por principios.

Trump no tardó en devolver el golpe: dijo que Musk sólo se opone al proyecto porque eliminaron el mandato de vehículos eléctricos, algo que afectaría directamente a Tesla. También minimizó la importancia del apoyo financiero de Musk durante la campaña de 2024, alegando que habría ganado “con o sin él” en estados clave como Pensilvania.

Una afirmación de Trump que Musk refutó con fuerza fue que él “conocía los entresijos del proyecto de ley mejor que nadie”.

“Falso. Este proyecto jamás se me mostró ni una sola vez. Fue aprobado en plena madrugada, tan rápido que casi nadie en el Congreso pudo leerlo”, escribió Musk, acompañando su mensaje con un video del propio Trump expresando su decepción.

Ruptura con consecuencias

El quiebre entre el presidente y el magnate no es solo un espectáculo mediático. Musk ha prometido movilizar su red y su dinero contra legisladores republicanos que apoyaron el proyecto, lo que podría fracturar aún más al Partido Republicano en vísperas de las elecciones intermedias.

Para Trump, perder a su asesor más rico y visible no es solo una cuestión de imagen. Es un golpe a su narrativa de eficiencia empresarial en el gobierno. Para Musk, el distanciamiento lo libera para convertirse en un actor político por cuenta propia, sin filtros ni alianzas obligadas.

Tendencias