
Israel e Irán han desatado la mayor escalada militar directa en décadas entre ambos países, con un cruce de ataques que ha dejado al menos 150 muertos en apenas dos días y paralizado parte de la infraestructura energética iraní.
A última hora de este sábado, el cielo de Teherán ardía por explosiones en depósitos de gas, mientras misiles balísticos iraníes surcaban Jerusalén y Haifa, en medio de advertencias de una “respuesta destructiva” en las próximas horas.
La situación, que comenzó el viernes con una ofensiva sorpresa de Israel sobre instalaciones nucleares iraníes, se intensificó este sábado con el bombardeo de la refinería South Pars, el mayor yacimiento de gas del mundo, ubicado en el golfo Pérsico. El ataque provocó incendios masivos, paralizó la producción en una de sus fases principales y elevó los precios internacionales del petróleo en 9% ante el temor de un colapso regional.
Simultáneamente, Israel lanzó aproximadamente 150 ataques aéreos contra objetivos iraníes en al menos siete provincias, incluyendo la capital, mientras Irán respondió con unos 200 misiles balísticos y decenas de drones que impactaron diversas zonas del norte israelí.
El ejército de Israel afirmó haber alcanzado “libertad de acción” en el cielo de Teherán, una declaración que sugiere dominio aéreo en la capital enemiga.
Devastación en Teherán
El ataque más letal ocurrió en la noche del sábado, cuando un misil israelí impactó contra un edificio residencial de 14 pisos en Teherán, dejando 60 muertos, 29 de ellos niños, según cifras del gobierno iraní. El portavoz del Ministerio de Exteriores, Ismail Baghaei, calificó el hecho como “una atrocidad que no quedará sin castigo”.
En total, Irán reportó al menos 90 muertos solo el sábado, y otros 78 el viernes, entre ellos seis altos mandos militares. Además, se registraron 55 heridos solo en la provincia de Azerbaiyán Oriental, donde la capital fue objeto de varios bombardeos. Un ataque matutino contra el aeropuerto de Mehrabad obligó a suspender todos los vuelos comerciales y activar defensas aéreas en varias ciudades.
Por su parte, el servicio de emergencias Magen David Adom de Israel reportó 14 heridos tras el impacto de misiles iraníes en el norte del país, donde una joven murió al ser alcanzada en una vivienda de dos plantas.
Colapsa frente diplomático
La escalada militar ha tenido consecuencias inmediatas en el plano diplomático. Irán canceló una nueva ronda de negociaciones nucleares que debía celebrarse el domingo en Omán, en medio de esfuerzos de Washington por contener la ofensiva israelí. El ministro de Exteriores iraní, Abbas Araqchi, declaró que “no es posible dialogar mientras Israel bombardea nuestra población civil de manera tan bárbara”.
El presidente Donald Trump había advertido a Teherán de “consecuencias peores” si no aceptaba una reducción drástica de su programa nuclear. No obstante, Irán sostiene que su proyecto atómico es exclusivamente civil, aunque el Organismo Internacional de Energía Atómica lo señaló esta semana por violar el Tratado de No Proliferación.
Israel, que considera a Irán una amenaza existencial, justifica los ataques como un intento por “detener los pasos finales hacia la fabricación de una bomba nuclear”. Sin embargo, la organización israelí de derechos humanos B’Tselem acusó al gobierno de Netanyahu de haber “iniciado una guerra sin agotar las vías diplomáticas, poniendo en riesgo a toda la región”.
Crece el temor
Hay preocupación mundial. La magnitud y velocidad de la ofensiva alimentan el temor de una guerra regional. Aunque Irán ha amenazado con atacar bases militares de aliados de Israel si éstos intervienen en la interceptación de sus misiles, sus principales aliados regionales, Hamas y Hezbollah, se encuentran debilitados tras casi dos años de conflictos en Gaza y Líbano.
El general iraní Esmail Kosari insinuó que el país evalúa cerrar el Estrecho de Ormuz, paso clave para el transporte de petróleo del golfo Pérsico, lo que implicaría una escalada directa contra intereses globales. “Estamos listos para tomar todas las medidas necesarias para proteger nuestra soberanía”, afirmó.